De esto hablamos, no de un mail, no de una filtración, no del fiscal general, sino de desviar la atención sobre lo nuclear, que es el enriquecimiento de la pareja de la presidenta regional, la propiedad de su vivienda, sus negocios con el principal proveedor de sanidad privada de la Comunidad y del empeño de tapar todo ello con la fábula de una conspiración monclovita contra Ayuso. Y todos a bailar al son que toca la presidenta regional
El fiscal general niega ante el Supremo haber filtrado el correo con la confesión de la pareja de Ayuso
¡Paren las máquinas!. La derecha política y mediática han descubierto que al fiscal general del Estado lo nombra el Gobierno. En puridad deberían explicar que es un nombramiento que hace el rey a propuesta del Ejecutivo y oído el Consejo General del Poder Judicial porque así lo establece la Constitución. Esa parte se la ahorran porque sólo les parece una atrocidad cuando gobierna la izquierda. Cuando lo hace la derecha, nada dicen sobre los perfiles, las actuaciones o el sistema de nombramiento con el que se elige al máximo responsable del Ministerio Fiscal porque todo forma parte de la normalidad democrática.