Jesús Figón, un ciudadano español residente en Brasil, se presentó en la mañana del 12 de mayo de 2015 en una comisaría de la Policía Civil de Vitoria, la capital del estado de Espírito Santo. Contó a los agentes que una ciudadana brasileña con la que llevaba casado treinta años. También explicó a los policías qué hacía él en su país: Jesús Figón era el máximo representante del Ministerio del Interior español ante las autoridades locales. Este dato ha condicionado durante una década el caso. A poco de cumplirse diez años del crimen de Rosemary Justino Lopes, el comisario de la Policía Nacional Jesús Figón reside en España y no ha pisado un solo día la cárcel.