La mayoría de estudiantes siente rechazo o indiferencia hacia su universidad: “Mucha gente se ha visto ninguneada”

Frente a la pregunta sobre si recomendarían el campus en el que están realizando sus estudios, solo el 38,5% de los alumnos se consideran ‘promotores’ de sus centros, el 31,6% adopta una actitud pasiva y el 29,9% se posicionan como detractores

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Paula —estudiante de un doble grado en un centro privado— dice estar “contenta” con su universidad, pero no sabe si la volvería a elegir, ya que lo que más “saca de ella”, afirma, son sus amigos. Pese a que valora la calidad académica que sí le proporcionan algunos de sus docentes, no sabría decir, por lo demás, si “el precio pagado” se está viendo reflejado en lo que la universidad le da —y le dará— “de vuelta”.

Como le sucede a Paula, el paso por la universidad despierta poco entusiasmo entre el alumnado. Los estudiantes valoran su satisfacción con el sistema universitario español en un 3,30 sobre 5, un “bien alto”, si hubiera que traducirlo a una nota, que habla de una aceptación, pero poco entusiasmo, según destaca el II Informe del Estudiantado Español, impulsado por el observatorio de la Asociación K60 Espacios de Educación Superior (ESdeES). El estudio pone sobre la mesa que en ninguno de los indicadores de satisfacción el estudiantado concede una valoración media que llegue a alcanzar el notable (equivalente a un 4 sobre 5).

Frente a la pregunta sobre si recomendarían la universidad en la que están realizando sus estudios, solo el 38,5% son considerados en el informe como “promotores” de sus centros (los que los han valorado con un 9 o un 10). El 31,6% adoptan una actitud pasiva (entre 7 y 8) y el 29,9% entran directamente en la categoría de detractores (entre 0 y 6). 

Si bien esas son las medias estatales, no todas las comunidades aparecen igual de bien paradas. El 53,6% y el 47,2% de las personas que estudiaron en universidades valencianas y catalanas serían sus “promotoras”. A partir de ahí, las cifras descienden considerablemente: les siguen Madrid (37,5%) y Andalucía (33,5%).

Falta de apego

La opinión de los estudiantes sobre sus estudios es algo mejor. De vuelta a la escala estatal, el 44% de los encuestados sí que recomendaría la titulación específica que está realizando. “Esto podría llevar a las universidades a tener que replantear el marco de relación con el estudiantado para enriquecer la experiencia universitaria y la conexión del estudiantado con la institución”, sostiene el informe. Y añade: “Deben hacer un mayor esfuerzo en la diferenciación de su oferta educativa y su marca”.

Tanto es así que la elección de las universidades por los estudiantes parece responder más a razones inerciales o a condicionantes externos que a propuestas diferenciadoras de las instituciones de educación superior, explica el texto. Son las universidades privadas las que obtienen una mejor nota en este aspecto, en las que se valora de manera más alta la importancia de la reputación de las universidades, su modelo educativo y la relación con el mundo laboral.

Demandan más ‘sensación de comunidad’

La peor valoración en la encuesta se la lleva el bloque de “atención al estudiantado”, con 3,17 sobre 5. Este bloque engloba procesos como los trámites administrativos, las ayudas tanto económicas como de orientación y conciliación profesional o las facilidades para el asocianismo, además de la realización de actividades culturales, atención a la diversidad y apoyo psicoemocional.

Diego, que cursó Filosofía en una universidad pública, le pone cara a este dato. Pese a que recuerda con cariño la que fue su facultad, arrastra la percepción de que la universidad “no cuidaba mucho” a sus estudiantes. “He conocido a mucha gente que se ha sentido muy ninguneada por la universidad”, abunda.

Paula sostiene que le gustaría que en su universidad se centrasen más en crear una ‘sensación de comunidad’ para con el alumnado y ‘no tantos actos académicos para demostrar los altos estándares y el alto nivel de la institución’

A Paula le gustaría que en su universidad se centrasen más en crear una “sensación de comunidad” con el alumnado y “no tantos actos académicos para demostrar los altos estándares y el alto nivel de la institución”.

El segundo bloque peor valorado es el de digitalización (3,32), seguido por la experiencia de aprendizaje (3,33) y las infraestructuras (3,43), el que más nota obtiene. Esto no impide que el mayor déficit que señalan los alumnos es precisamente lo relativo a infraestructuras deportivas, un debe que destaca también Paula.

En el capítulo de cosas a mejorar, los encuestados demandan una mayor incorporación de realidad virtual, simuladores o gamificación en el aprendizaje y juzgan el curriculum académico como rígido y poco actualizado.

Las privadas, a la cabeza

En los 28 indicadores que contiene la encuesta, la satisfacción del estudiantado de las universidades privadas es superior a la que expresa el estudiantado de las públicas, aunque no con unas diferencias sustanciales. 

La puntuación media (siempre sobre 5) de los estudiantes de las universidades públicas a su experiencia universitaria es de 3,21 puntos frente a los 3,77 con que la valoran los estudiantes de las universidades privadas. En estas últimas, el 58,6% dicen ser promotores, el 22,2% son pasivos y el 19,2% son detractores.

La mayor diferencia entre la satisfacción del estudiantado de las universidades públicas y privadas se produce en el ámbito de la digitalización con 0,76 puntos sobre 5 de diferencia en la valoración, seguido del apartado de la calidad educativa, con 0,72 puntos de diferencia.