Karla Sofía Gascón fue ensalzada e incluso fetichizada de forma desproporcionada por gente que ni siquiera había visto la película por la que la estaban ensalzando (porque, en realidad, la película era lo de menos), y ahora está siendo repudiada siguiendo esa misma proporción
En el vasto territorio de las ideas preconcebidas se alza imponente el mausoleo de los ídolos caídos. Es un panteón de piedra en el que se guardan los restos de las veneraciones relegadas o postergadas. Allí se amontonan muchas idolatrías cubiertas ya de polvo, y desde hace unos días -concretamente desde que se descubrió su ristra de tuits racistas o antidiversidad- también está la actriz Karla Sofía Gascón.
Lo que ha ocurrido con la protagonista de ‘Emilia Pérez’ es que muchos dieron por hecho que las opiniones de una mujer trans proveniente de una familia de clase trabajadora de Alcobendas reflejarían en gran medida el progresismo, la tolerancia y los derechos sociales, y resulta que no porque la actriz es una mujer trans, no es un modelo político o ideológico.