Los ERTE amortiguaron la mayor parte de los ajustes de plantilla en 2024 y el golpe de la DANA

189.200 trabajadores se vieron afectados por expedientes de regulación el año pasado: unos 37.400 en despidos colectivos y otros 151.800 estuvieron en ERTE, herramienta incentivada en la reforma laboral

Los ERTE salvaron más empleo del esperado, salieron a cuenta al Estado y otros “éxitos” que revela la OCDE

Cuando las cosas no van bien en una empresa, hay una palabra que asusta especialmente en las plantillas: ERE. En 2024, unos 189.200 trabajadores se vieron afectados por expedientes de regulación, un 4,5% más que un año antes. El grueso de los ajustes se realizaron a través de ERTE, que afectaron a 151.800 personas, mientras que otras 37.400 estuvieron incluidas en despidos colectivos. La catástrofe de la DANA, a finales de año, también se ha canalizado principalmente a través de ERTE, reforzados en la reforma laboral con el respaldo de sindicatos y patronales. 

Los ERTE aglutinaron al grueso de las personas afectadas por expedientes de regulación y también concentraron el mayor incremento en los ajustes realizados en el último año. Así, los trabajadores en ERTE aumentaron un 5% respecto a 2023, mientras que las personas incluidas en despidos colectivos se incrementaron un 2,4%.

Dentro de los ERTE, para la gran mayoría de personas afectadas suponen la suspensión de sus contratos (143.000), a los que se suman un número mucho más reducido de ERTE con reducción de la jornada (8.700 personas). 

Hay que recordar que estos datos corresponden a un mercado laboral en crecimiento en los últimos años. En 2024, España alcanzó el récord histórico de 21,8 millones de personas trabajando tras la creación de 468.100 puestos de trabajo.

Raúl Olmos, de Acción Sindical de CCOO, destaca que la estadística de regulación de empleo refleja “muy buenos datos”, casi iguales que en 2023, con menos empujón del empleo y además teniendo que enfrentar la catástrofe de la DANA a final de año. “Si quitáramos el efecto de la DANA, creo que los datos hubieran sido incluso un poco inferiores a los de 2023”, valora Fernando Luján, Vicesecretario General de Política Sindical de UGT.

“Afortunadamente, el mercado laboral está tirando muy bien”, reconocen también fuentes consultadas de la patronal CEOE, que destacan que las cifras de despidos colectivos se mantienen “muy reducidas”.

Sindicatos y patronales advierten de que esta estadística de regulación de empleo, y especialmente cuando los datos de despidos colectivos son bajos como ahora, las circunstancias particulares de un solo expediente de cierta relevancia –como el de unas 3.400 personas de Telefónica del año pasado– tienen mucha influencia en la imagen final. Así, pueden provocar importantes oscilaciones en los datos porcentuales, que no siempre son tan relevantes con la mirada amplia a todo el mercado de trabajo.

El “éxito” en la pandemia y el impulso de la reforma laboral

Aunque los ERTE se conocieron de manera masiva durante la pandemia, ya existían como herramienta en la legislación laboral y concentraban gran parte de los ajustes que se realizaban en las empresas. Sin embargo, como refleja el anterior gráfico, en los últimos años su uso se ha extendido más aún y aglutinan un mayor porcentaje de los ajustes totales que se realizan en el mercado laboral. 

La experiencia de la COVID popularizó mucho más este instrumento, también entre las pequeñas empresas. Pero además fue clave el “gran éxito” de los ERTE, como lo calificó la OCDE, ya que no solo se utilizaron en la emergencia por el coronavirus, sino que después no se convirtieron masivamente en ERE, protegiendo cientos de miles de puestos de trabajo y una importante parte del tejido productivo español.

“Desde la pandemia se ha abierto mucho el espacio de los ERTE frente al despido colectivo. Esto tiene que ver con la buena situación económica y del empleo, así como que el foco de la pandemia, cuando se vio como una herramienta posible para proteger la actividad y el empleo. Ayudó a ver el ERTE como referente porque funcionó”, argumenta Raúl Olmos (CCOO).

Y ese foco fue acompañado después por su impulso normativo a través de la reforma laboral, pactada con los sindicatos mayoritarios y las patronales. Se incentivaron los ERTE existentes (por fuerza mayor y por causas objetivas, denominados ETOP) y se crearon la nueva modalidad del Mecanismo Red, para futuras crisis cíclicas y sectoriales.

“Estos datos son una muestra más de que el impulso a estos expedientes de regulación temporal que pactamos en la reforma laboral de 2021 fue el adecuado”, opina Fernando Luján (UGT), que considera que el auge de los ERTE sobre los despidos colectivos es otra cara del “éxito” de la reforma laboral, menos conocido que el desplome de la temporalidad, pero también de gran relevancia.

A nivel sectorial, el que más ha acudido a las herramientas de regulación de empleo es la industria del automóvil, que está afrontando una transformación con el auge del vehículo eléctrico, entre otros retos. A final de año, el Gobierno aprobó en concreto para este sector un Mecanismo Red específico, que planteó el Ministerio de Trabajo ante las demandas de los sindicatos, especialmente para proteger los puestos de trabajo de la Ford de Almussafes en la Comunitat Valenciana.

En la patronal también comparten como “muy buena noticia” el aumento de “flexibilidad interna” frente a las extinciones de contratos, una medida que destacan que la CEOE pactó en la reforma laboral. En la actualidad, en la organización empresarial responden que no tienen una preocupación especial por ningún sector económico, dada “la buena marcha” del mercado de trabajo. Eso sí, en el horizonte reconocen que están pendiente de los aranceles que está anunciado EEUU.

Protector ante la catástrofe de la DANA

Otra de las muestras de la mayor utilización de los ERTE ha sido la catástrofe por la DANA, sobre todo en la Comunitat Valenciana, aunque también en algunas localidades de Castilla-La Mancha, como Letur.

El grueso del impacto en el empleo de la catástrofe se ha canalizado de momento a través de los ERTE. Según los datos del Ministerio de Trabajo, 31.442 trabajadores y trabajadoras se vieron afectados por ERTE por la DANA (30.622 suspensiones de contrato y 820 reducciones de jornada), “todos ellos por causa de fuerza mayor”.

En los sindicatos apuntan que son conscientes de que algunos negocios no podrán reabrir por la devastación que supuso la DANA, pero subrayan la relevancia de que los ERTE actúen como contención de la destrucción masiva de empleo como primera respuesta a una crisis. “También lo vimos con los ERTE de La Palma y la utilización de los ERTE durante los problemas por las cadenas de suministros”, indica Fernando Luján.

A la espera de la prueba definitiva, cómo se comporta el mercado laboral y los ERTE en una futura crisis económica de calado, sindicatos y patronales celebran estas primeras muestras de éxito de las medidas pactadas. “Además, sin el mecanismo de ajuste que antes suponían los contratos temporales y que ya no existe”, destaca Raúl Olmos.