Nuestro sistema nervioso trabaja sin descanso, recibiendo información las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Parte de esta información es interoceptiva, es decir, proviene del interior de nuestro cuerpo: señales del corazón, los pulmones, el intestino y otras vísceras, que nos mantienen al tanto de cómo estamos por dentro.