El buzón de la Comunidad de Madrid para denunciar a compañeros de instituto que fumen porros apenas recibe denuncias

El Gobierno de Ayuso ha habilitado sendos correos físico y virtual para que el alumnado de Secundaria informe de la venta o presencia de estupefacientes que detecte en sus centros. Directores rechazan esta forma de denuncia al considerarla «inútil» para el objetivo que propone

Ayuso instala buzones en institutos para recibir denuncias anónimas sobre consumo de droga entre el alumnado

En un recodo junto a las oficinas de secretaría, entre pasillos “ocultos” pero accesibles o en los puntos ciegos que hay entre clase y clase. Dentro de los más de 700 institutos públicos y colegios concertados que imparten ESO y Bachillerato en la Comunidad de Madrid ha aparecido un nuevo buzón de avisos. Son los buzones antidrogas, una de las 75 medidas que contempla el primer plan regional para perseguir el uso de estupefacientes. Los presentaron a finales de año, así que algunos aún tienen que instalarse. Pero la idea es llegar a todos los rincones. El Gobierno autonómico hizo el anuncio en noviembre de 2024 y, ya en enero, echó a andar como medida obligatoria para centralizar avistamientos o sospechas de consumo entre menores. Sin embargo, lo normal hasta el momento es que el correo quede vacío.

“En el [buzón] físico no hemos recibido denuncias y en el otro, si ha sido así, de momento no nos han avisado”, confirma al otro lado del teléfono el director del IES San Mateo, uno de los institutos públicos del distrito Centro que instalaron su propio mail antidroga cuando se aprobó el proyecto. Con “el otro” se refiere a la alternativa digital que se ha puesto en marcha en paralelo: un código QR que los centros de Secundaria deben publicar en sus páginas web para que cualquier usuario pueda denunciar el consumo de droga.

Siguiendo el ejemplo de este instituto, el de San Mateo, basta echar un primer vistazo a su web para encontrar el enlace y una dirección de e-mail para emitir denuncias, ambos visible en la página principal. Al acceder se informa al alumnado de que la información que proporcionen será tratada con “confidencialidad” y se presentan dos casillas: una para seleccionar el IES en cuestión y la otra, para describir los hechos. En ningún caso se pide acreditar la pertenencia al centro educativo.

Directores y familias, contra la denuncia anónima

La alerta llega a una centralita de la Consejería de Educación, Universidades y Ciencia, responsable de la medida, que luego se encarga de advertir a cada instituto. Fuentes de este departamento confirman a Somos Madrid que, a fecha de publicarse este artículo, han recibido 61 denuncias en el buzón online. No todas tienen por qué ser ciertas, y es ahí donde toca indagar.


Captura de pantalla tras enviar una alerta desde el buzón virtual antidroga, sin necesidad de acreditar la pertenencia al centro

“Ese es uno de los problemas, porque permite hacerlo a cualquiera sin demostrar las acusaciones ni formar parte del instituto”, expone Rosa Rocha, directora del IES Guadarrama –en la sierra de Madrid, fuera de la capital– en los últimos 20 años y presidenta de ADIMAD, la Asociación de Directores de Institutos Públicos de Madrid. En su caso, rechaza esta forma de denuncia al considerarla “inútil” para el objetivo que propone. Y hace hincapié en el anonimato. “Es un arma de doble filo, porque señalas en base a una sospecha y no a una certeza. Das más trabajo a los centros persiguiendo una pista que puede ser falta y no te focalizas en las pautas efectivas”, considera. De momento, en su centro no han recibido cartas físicas.

En una dirección similar se han pronunciado las familias. La Confederación Autonómica de Ampas y Fapas (Confapa, tutores legales organizados en toda la región) ha emitido un comunicado comentando específicamente la implantación de buzones antidroga y arremetiendo precisamente contra su cariz anónimo. “No consideramos ajustado al derecho que algo así pueda generar una intervención de los centros o la Consejería”, sentenciaban en la nota, con alusiones a la presunción de inocencia. Así lo lanzaron al aire: “¿Quién garantiza el buen uso de este sistema de denuncias? ¿Cómo podría un inocente defenderse?”

Consultados por esta misma cuestión, otros centros de la región como el IES Emilio Castelar (Carabanchel), el IES Fortuny (Chamberí), el centro de Formación Profesional (FP) en Tetuán de las Victorias o el IES La Poveda (Arganda del Rey) tampoco han recibido notificación alguna en sus buzones. Como apenas ha pasado un mes desde que se implementaron, muchos sugieren que podrían haberse tramitado desde el buzón online sin que llegue aún a sus oídos. El director del último de estos institutos, Juan José Márquez, concreta que ellos lo abrieron el 15 de enero. En ese momento se pasearon por las clases para explicar la medida, que antes comentaron en el claustro con los docentes y se transmitió a las familias.

No obstante, desde el Sindicato de Estudiantes de Madrid consideran que el buzón antidrogas “ha pasado totalmente desapercibido”: al consultarlo con sus bases nadie sabía de qué se trataba. En este sentido, la presidenta de ADIMAD añade que, en su experiencia, lo habitual entre los jóvenes no es denunciar, sino cubrirse entre ellos. “Para nosotros fue desde el inicio una medida absurda y predijimos que tendría poco éxito. El tiempo nos dará o quitará la razón, pero ya en 2019 hicimos lo mismo con un buzón del acoso escolar que sigue sin usarse”, recuerda. De hecho, es el mismo que este y otros centros ha “reutilizado” para incluir denuncias por drogas.

200 millones para la lucha contra las drogas

Esta iniciativa forma parte de un plan mayor que va más allá del sector educativo. Es un eslabón más del primer Plan Regional contra las Drogas, que la Comunidad de Madrid expuso hace tres meses. Lo anunció la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, en el IES Palas Atenea de Torrejón de Ardoz, donde detalló que esta batería de medidas se sostendría con un presupuesto de 200 millones de euros entre 2024 y 2027. En total consta de 75 puntos, aunque no todas las ideas son nuevas ni se han puesto todavía en marcha.

El buzón para denunciar la presencia de drogas en los institutos ha sido una de las más llamativas, pero no la única. Más de la mitad del presupuesto adjudicado se corresponde a un proyecto vigente, la Red de Atención Ambulatoria a Drogodependientes. Otras partidas previstas se desarrollarán fuera de los centros escolares, como el escenario previsto durante la fiesta de la Hispanidad, la maratón contra la droga o distintas actividades de ocio.

En general, el plan se sostiene sobre cuatro patas. Los buzones forman parte de las medidas de prevención, una de las categorías, mientras que el resto se focalizan en la asistencia, la reinserción o la vigilancia. Coincidiendo con su colocación, algunos docentes se han sorprendido de su aparición en redes sociales y son varios ya los centros que lo han publicitado en sus páginas web. Todas ellas, alojadas dentro de la plataforma autonómica Educamadrid (donde el Plan prevé también la creación de un Aula Virtual con recursos ad hoc.

Las actuaciones previstas se impulsan dentro de una misma campaña informativa titulada Los porros golpean tu vida hasta destrozarla, dirigida a jóvenes entre 14 y 18 años. Se aplican dentro de las aulas, pero sus carteles pueden verse en soportes publicitarios a plena calle.