Las autoridades sicilianas denuncian comportamientos “peligrosos” y el colapso de calles por vehículos mal aparcados
Miles de turistas han acudido al monte Etna para presenciar las espectaculares erupciones del volcán, pero algunos están bloqueando calles e impidiendo que los servicios de emergencia lleguen hasta quienes necesitan ayuda, han denunciado las autoridades locales.
El responsable de Protección Civil de Sicilia, Salvo Cocina, calificó el turismo de los últimos días en el Etna como “salvaje” y “extremadamente peligroso”. Según explicó, los visitantes que acuden atraídos por las impresionantes vistas han estacionado sus vehículos en calles estrechas, obstaculizando el paso de los equipos de rescate.
En una publicación en Facebook el domingo por la noche, Cocina describió la escena como “caótica, con coches abarrotando las estrechas carreteras, un tráfico completamente bloqueado… y los vehículos de emergencia sin poder avanzar”. Y advirtió: “Cuando cae la noche, la situación se vuelve extremadamente peligrosa, con un aumento del riesgo de caídas y de que la gente se hunda en la nieve”.
Sin embargo, sus advertencias parecen haber sido ignoradas.
Ocho personas, entre ellas dos menores, se perdieron durante una excursión el lunes y fueron localizadas varias horas después, lo que obligó a activar un operativo de rescate. El domingo, un hombre de 48 años sufrió una fractura en el pie tras una caída y otras cuatro personas se extraviaron la noche anterior.
Los bomberos han sido desplegados para ayudar a los residentes y tratar de frenar la avalancha de turistas y excursionistas que llegan desde Sicilia y otras regiones. Mientras tanto, los alcaldes de los municipios situados en las laderas del volcán han ordenado a los visitantes mantenerse al menos a 500 metros de la lava, una directriz que apenas se está cumpliendo.
Durante el fin de semana, cientos de vídeos de turistas en la zona se han hecho virales. En algunos de ellos se ve a visitantes a escasos centímetros de la nieve, e incluso junto a un flujo de lava que, al descender por la ladera nevada, ha derretido el hielo formando un pequeño arroyo.
“He visto muchas fotos y vídeos de personas peligrosamente cerca de la lava, incluso esquiando”, advirtió Carlo Caputo, alcalde de Belpasso, un municipio cercano. “Aunque el espectáculo es impresionante, el peligro es enorme. La interacción de la lava con la nieve puede vaporizarla al instante y, con la energía térmica liberada, lanzar fragmentos o rocas violentamente”.
Italia, que cuenta con el mayor número de sitios declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, se enfrenta cada vez más a los problemas del turismo masivo.
El mes pasado, el alcalde de Roccaraso, una popular estación de esquí italiana, tuvo que tomar medidas contra la llegada masiva de excursionistas e incluso insinuó la posibilidad de recurrir al ejército después de que la localidad fuera desbordada por la llegada de 260 autobuses con más de 10.000 visitantes procedentes de Nápoles y la región de Campania, atraídos por un influencer de TikTok y entradas de bajo coste.