Rosario Bravo, la anciana que no ha recuperado sus cosas tras ser desahuciada por error: «Nadie me ha hecho caso»

Cuatro años después, la abuela centenaria y su familia se manifiestan frente al Ayuntamiento de L’Hospitalet de Llobregat para denunciar que aún no ha recuperado nada de lo que le vaciaron por error de su piso

La jueza no ve delito en el «lamentable error» del desahucio a una anciana de 97 años

A sus 101 años, Rosario Bravo sigue esperando que le devuelvan sus pertenencias tras un desahucio erróneo ocurrido en febrero de 2021. “Estoy harta de luchar, nadie me ha hecho caso y ya soy muy mayor”, lamenta la mujer que, a pesar de todo, no se rinde.

Sentada en su silla de ruedas, este miércoles se ha manifestado junto a sus hijos, Emiliano y Jesús Caballero, y miembros de la Federació d’Associacions de Veïns i Veïnes de L’Hospitalet de Llobregat (FAVH) y la Plataforma de Afectadas por la Hipoteca de L’Hospitalet (PAH), frente al Ayuntamiento de esta ciudad, donde vivía, para denunciar nuevamente la situación.

Hace cuatro años, tras volver a su domicilio después de pasar unos días en casa de su hijo, la anciana centenaria vio que la mayoría de sus enseres personales ya no estaban. Rosario han acudido incluso a la vía penal, pero no han recuperado nada de lo que le vaciaron de su piso.

La comitiva judicial iba a ejecutar un lanzamiento en un piso de su bloque, el ático, y acabó entrando en el sobreático. Pudo recuperar su piso. Pero estaba vacío. La propiedad se llevó mobiliario y numerosas pertenencias, algunas de ellas muy valiosas para la mujer.

“Se llevaron los recuerdos de toda su vida” explica Emiliano Caballero en una conversación con elDiario.es. Entre los enseres desaparecidos hay joyas, fotos de familia y un dietario de memorias que la mujer llevaba escribiendo desde hacía siete años.


Pancartas de apoyo a Rosario por parte de los miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH)

Sin respuesta

“Llevamos mucho tiempo de calvario judicial y después de muchas demandas, la justicia ha zanjado la causa sin hacer ninguna investigación para localizar los bienes sustraídos”, ha lamentado el hijo de la mujer.

Al ver que las pertenencias de la anciana no aparecían, la familia decidió acudir a la vía penal y presentó una querella por prevaricación, robo, hurto y allanamiento de morada.

“Nos da igual el dinero que nos tienen que pagar por todo lo que nos han quitado, solo queremos que nuestra madre recupere todos sus recuerdos”, afirma Jesús Caballero, el otro hijo de la anciana.

La jueza que investigó la denuncia no consideró que los implicados en el desahucio de Rosario, el gestor del juzgado, la procuradora de la inmobiliaria, el cerrajero y el representante de la propiedad, cometieran una “negligencia” y concluyó que lo sucedido fue un “lamentable error”.

De este modo, descartó que se tratara de un delito y archivó la denuncia penal en noviembre de 2021, pero abrió la posibilidad para que la familia reclamara una indemnización por la vía civil. “La primera injusticia que tenemos en este país es la propia Justicia”, añade el hijo de la mujer.

Hace poco más de un año, la familia realizo una solicitud de indemnización por responsabilidad patrimonial de la Administración de Justicia, al considerar el principal culpable del desahucio erróneo al gestor procesal que se equivocó al abrir la puerta del piso de su madre.

“Hoy estamos aquí, frente al Ayuntamiento de L’Hospitalet de Llobregat, para denunciar el silencio institucional”, ha denunciado Maite de la Concha, presidenta de la FAVH y una de las organizadoras de la concentración.

“A pesar de todas las demandas, no les han pedido perdón, no les han devuelto nada, ni les han pagado un solo céntimo por todo lo que les quitaron de su piso”, ha añadido la presidenta de la FAVH, mientras sostiene una pancarta junto a otros miembros de la federación, en la que se lee claramente: ‘En L’Hospitalet decimos basta a los abusos en nuestro barrio’.

“La única persona que nos pidió perdón fue la mujer del ático, a la que iban a desahuciar, quien no tenía ninguna culpa en todo esto”, ha admitido Emiliano Caballero, uno de los hijos de la anciana. “Esto demuestra quiénes son los verdaderos responsables de esta historia, aquellos que se aprovechan de los más vulnerables”, ha concluido.

Justo al lado de la grande pancarta de la federación, miembros de la PAH sostenían carteles con mensajes como “Rosario, podemos ser cualquiera”, “Devolved lo robado a Rosario” y “¿Dónde están las cosas de Rosario?”.

Esa última es la gran pregunta que ni la Justicia ni las instituciones han respondido a Rosario Bravo. Ella solo desea recuperar ese dietario de memorias que escribía cada día y guardaba debajo de la almohada, con la esperanza de que sus hijos, cuando ella ya no esté, lo lean y la recuerden.