El partido recibió una queja por escrito el 12 de septiembre de 2023 y Monedero anunció su salida de la fundación de Podemos dos días más tarde, aunque tanto él como la dirección de Podemos aseguran que su marcha se había producido meses antes
Podemos alega que cuando conoció las quejas sobre Monedero lo apartó sin explicarle el motivo mientras que el dirigente dice desconocerlo todo y asegura que siguió participando en actos de la formación
“Buenas tardes, me pongo en contacto con vosotras porque tengo conocimiento directo desde hace años y es vox pópuli que el señor Juan Carlos Monedero se dedica a incomodar y manosear a mujeres jóvenes en entornos del partido en los que tiene acceso a ellas”. Es el inicio de un correo electrónico enviado por una mujer a la Secretaría de Feminismos de Podemos el martes 12 de septiembre de 2023. El mail, al que ha tenido acceso elDiario.es, fue respondido el 22 de septiembre por la dirección de correo de la Secretaría de Feminismos, entonces a cargo de Ángela Rodríguez Pam, para comunicar que se ponía el caso en conocimiento de la Comisión de Garantías del partido.
Solo dos días después del correo enviado por la simpatizante, el 14 de septiembre Monedero anunció en redes sociales su dimisión de la dirección de la Fundación República y Democracia, el único cargo ligado al partido que mantenía. Ese mismo día, la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, agradecía su “incansable trabajo”. Varias fuentes confirman a este periódico que, para entonces, la dirección del partido ya tenía conocimiento de que una mujer había enviado una queja por escrito contra Monedero por sus comportamientos inapropiados con mujeres cercanas a ese espacio político.
Tras recibir la consulta de esta redacción en la tarde del jueves, fuentes oficiales de Podemos aseguran que cuando tuvieron conocimiento de esas quejas apartaron al dirigente de los actos del partido, aunque no llegaron a comunicarle los motivos. Monedero, por su parte, afirmó a elDiario.es que nadie le comunicó nunca esas protestas y que él ha seguido participando en actos de partido por toda España después de septiembre de 2023.
Sobre su salida de la fundación, fuentes oficiales del partido han aportado a esta redacción documentos que muestran que la dimisión de Monedero al frente de la fundación se produjo el 19 de mayo de 2023, en plena campaña de las autonómicas y municipales. Si no se comunicó hasta cuatro meses más tarde, en septiembre, señalan, fue por la cercanía de esas elecciones, el adelanto de las generales al día siguiente, y por el momento crítico que vivía la formación tras el nacimiento de Sumar.
Ni en el tuit de Juan Carlos Monedero del 14 de septiembre ni en el de Ione Belarra unos minutos más tarde dan a entender que la dimisión se hubiera producido meses antes. Las dos partes han asegurado a elDiario.es que, pese a comunicarse dos días después de la recepción de la carta, la salida de la fundación no tuvo que ver con ninguna de estas quejas.
El correo con la queja enviado a la Secretaría de Feminismos de Podemos continúa así: “Dichos comportamientos incluyen: agarrar por detrás rodeando con los brazos, realizar tocamientos en cintura y trasero, comentarios inapropiados sobre mujeres muy jóvenes. Todo lo anterior con chicas que acaba de conocer o con las que no tiene confianza. También tenemos conocimiento de un incidente en el que el señor Monedero intentó besar a una compañera estando ebrio y han ocurrido episodios similares estando este en estado de embriaguez”.
Según ha podido saber elDiario, la mujer que envió el mail es una de las afectadas por esos comportamientos de Juan Carlos Monedero y además estaba en contacto, cuando remitió esa queja al partido, con otras mujeres que habían sufrido o sido testigos de actitudes similares. Por eso, aunque es ella la que envía el correo desde su cuenta personal, con nombre y apellidos, parte del texto está escrito en primera persona del plural.
Diez días después de haber recibido esa comunicación y ocho después de que Monedero hiciera pública su salida de la fundación, la Secretaría de Feminismos de Podemos responde a la mujer que había enviado su queja. “Gracias por confiar en nosotras para trasladarnos esta información. Como establecen nuestros documentos, lo pondremos en conocimiento de la Comisión de Garantías, que es el órgano que se encarga de dirimir estas cuestiones en el ámbito interno”, dice el correo. Aunque, entonces, la responsable de Feminismos y LGTBI de Podemos era Ángela Rodríguez Pam, que en aquel momento era también secretaria de Estado de Igualdad en el Ministerio que presidía Irene Montero, el mail no está firmado por ninguna persona concreta, sino que se envía desde un correo genérico de la secretaría.
“Hacer algo de forma interna”
En el mail de la queja, la mujer asegura que antes de escribir a través de los cauces oficiales del partido, había intentado buscar ayuda dentro de la propia formación: “Lo peor de todo esto es que tenemos conocimiento de que estos comportamientos son casi un ‘chiste’ dentro del partido incluso se ha llegado a bromear con el tema delante de personas que están al frente de Podemos y estos ni se han inmutado. Hay chicas que han pedido directamente a personas que intervengan y solo les dicen que lo hagan público, pero que no pueden ir contra un ‘amigo’”. De hecho, en el correo electrónico, la mujer pide “hacer algo de forma interna” porque –advierte– si se hace público “sería peor hablar de las veces que esto se ha puesto en conocimiento del partido en general y de personas del partido en particular y se ha ignorado”.
Fuentes de Podemos confirman a elDiario.es la recepción de este correo y aseguran que, días después, la Comisión de Garantías envió un mail a la mujer que lo escribió para informarle de que, para poner en marcha el expediente, era “fundamental” tramitarlo a través de un formulario online. “De esta manera, se podrán iniciar las acciones pertinentes para esclarecer los hechos concretos que se denuncien y así adoptar las medidas pertinentes”, decía el correo, fechado el 3 de octubre, al que, aseguran desde Podemos, nadie respondió. Fue esa falta de respuesta la que hizo, según las fuentes consultadas por esta redacción, que el partido no siguiera adelante con la investigación.
La mujer que interpuso la queja asegura a elDiario.es no haber recibido ninguna respuesta a su mail por parte del partido. “Y en esos días estábamos muy pendientes de si nos habían respondido”, recuerda. La afectada subraya que envió el mail con su nombre y apellidos y que su identidad era conocida por muchas personas de la organización y que tanto su teléfono como su Telegram estaban a disposición de la organización para haberla podido localizar. “De haber visto el correo o de ser avisada, por supuesto que hubiera rellenado el formulario”, apunta en conversación con esta redacción.
Por las mismas fechas, una segunda mujer hizo llegar un testimonio todavía más grave a varios miembros de la dirección, aunque no por escrito. Fuentes del partido también confirman la existencia de ese segundo relato de otra mujer “como víctima de violencia sexual por parte de Juan Carlos Monedero”, pero señalan que la petición en este caso se acotaba a que el expolítico quedara fuera de la vida pública del partido. Los dos hechos -la queja por escrito y la denuncia verbal-, aseguran fuentes oficiales de Podemos, coincidieron en el tiempo, septiembre de 2023, y llevaron a la dirección del partido, según la explicación que han dado a esta redacción, a dejar fuera a Monedero de los actos públicos del partido. Preguntados por si esa decisión y sus razones fueron comunicadas al interesado, alegan que no lo hicieron, puesto que no se trataba de un procedimiento formal, sino de “garantizar espacios seguros” dentro del partido.
elDiario.es ha contactado con Juan Carlos Monedero, quien este mismo jueves aseguró que nadie le comunicó ni le pidió en septiembre de 2023 que dejara de acudir a los actos de Podemos. “De hecho, he seguido participando en actos por toda España”, afirma. El fundador de Podemos dice desconocer la existencia de queja alguna contra él, ni formal ni verbal. Monedero sí sostiene que su salida de la fundación sucedió en mayo (y no en septiembre, tras la queja, cuando él mismo la comunicó en redes sociales) y explica que dejó la entidad por motivos políticos.
Tampoco las mujeres que comunicaron sus quejas al partido fueron informadas de la decisión de Podemos de prescindir públicamente de Monedero. Según fuentes de la formación, no se hizo para “respetar” su voluntad de no iniciar un proceso formal al no haber respondido al correo de la Comisión de Garantías.
Según la investigación que ha llevado a cabo elDiario.es desde el pasado noviembre, estas mujeres intentaron durante varias semanas encontrar la manera de hacer llegar su queja formal al partido e incluso se dirigieron a otra dirección de correo de la formación en Madrid. “Me consta que una compañera ha intentado durante meses hablar con una persona que ya no está en el partido pero que sigue teniendo bastante influencia y que la ha dejado bastante desamparada. Solo le aconseja que lo haga público sabiendo lo que esto supone para una víctima”, concluye el correo electrónico enviado el 12 de septiembre de 2023. Finalmente, fueron dirigidas a la Secretaría de Feminismos, encargada de poner en marcha el protocolo contra el acoso del partido.
El 14 de septiembre de 2023, Juan Carlos Monedero anunció en redes sociales que dimitía como presidente de la Fundación República y Democracia, vinculada a Podemos, una decisión que, decía en aquel momento, había sido tomada de común acuerdo con la secretaria general del partido, Ione Belarra. Monedero daba las gracias a quienes le habían acompañado y hablaba de las tareas “académicas, intelectuales, comunicativas y de estudio” que le aguardaban. Por su parte, Ione Belarra lo despedía con honores. En un tuit, la líder del espacio le agradecía su “incansable trabajo” en la formación y haberse “desvivido siempre por su magnífica militancia”. “Lo fácil, con todos los ataques que has recibido, era haber abandonado. Seguimos peleando juntos”, decía Belarra en redes. En esas fechas, Ione Belarra era ministra en funciones de Derechos Sociales, y lo mismo sucedía con Irene Montero al frente de Igualdad.
Este lunes, el diario Abc ha publicado extractos de una conversación entre un excolaborador de Pablo Iglesias y una tercera persona a la que relataba comportamientos inadecuados de Monedero con varias mujeres: “Me contó cosas muy fuertes de Juan Carlos, de baboseo, cosas que tal como me las contó suenan a agresión sexual”.
Horas antes, quien fuera eurodiputada de Podemos, Lola Sánchez Caldentey, desde hace tiempo muy enfrentada al que fue su partido, contó en la red X un episodio en el que, según élla, Monedero la empotró contra la pared para que accediese a irse a su casa y que ante su negativa repitió ese comportamiento con otra compañera.
Podemos cuenta con un protocolo “de sensibilización, prevención y actuación frente a conductas machistas y LGTBIfóbicas” en el que se establece el procedimiento a seguir en caso de quejas y denuncias. El documento es vinculante para quienes tienen una relación laboral con el partido. Pero, más allá de este protocolo, Podemos también se dotó de un documento ético que marca los compromisos de las personas integrantes del partido. Uno de ellos es promover la igualdad y luchar contra cualquier tipo de machismo. “Podemos defiende una política de tolerancia cero ante cualquier expresión o comentario machista, lgtbifóbico o xenófobo en cualquiera de sus espacios de participación”, dice el texto.
Varias mujeres confirman comportamientos inadecuados
Durante los últimos meses elDiario.es ha llevado a cabo una investigación que ha permitido identificar a varias mujeres que confirman haber vivido situaciones incómodas con Juan Carlos Monedero. Ninguna de ellas ha estado ni está vinculada a Podemos, pero sí han participado en eventos organizados por el partido y guardan una enorme diferencia de edad con Monedero. Una de ellas relata contactos invasivos y no deseados cuando acababa de conocer al fundador de Podemos y llamadas insistentes de este, algunas de madrugada. “Un día me encuentro una llamada suya a las tres de la mañana. Le dije por mensaje si me había llamado por error o algo y me respondió que no, que es que quería hablar conmigo. No nos habíamos visto aún, no nos conocíamos en persona”, recuerda esta mujer, a la que Monedero invitó a participar en una mesa redonda que él iba a moderar durante un evento de partido.
Una vez se conocieron, esta mujer describe tocamientos incómodos. “Vino a presentarse y lo típico que hace él de dar un abrazo… una cosa son dos besos o un abrazo rápido, pero él no respetaba el espacio personal y nos acabábamos de conocer, estaba sobándome”, recuerda, y añade que ese tipo de comportamientos se repitieron esa misma noche durante una fiesta: “En vez de abrazarme por delante me abrazó por detrás estando gente delante, como yo podría abrazar a mi pareja. Debí de poner cara rara y quienes nos rodeaban mostraron su extrañeza con gestos de ‘¿qué está pasando aquí?’. Ya en la fiesta varias veces vino a buscarme, me cogía por la cintura, me hablaba a dos centímetros y me decía que había surgido magia en esa mesa… yo me iba en cuanto podía. Fue baboso con más gente”, asegura.
Esta redacción ha recabado un segundo testimonio de otra mujer que asegura que el primer episodio que vivió con Monedero fue en 2017, cuando participó en la universidad de verano de Podemos en Cádiz. Durante una cena, el fundador de Podemos se sentó enfrente de ella junto a su entonces pareja. “Fue una noche agradable, hasta que en un momento dado se sentó a mi lado y empezó a sobarme la pierna durante mucho rato. Yo no sabía muy bien qué hacer porque al otro lado de la mesa estaba Pablo Iglesias hablando… Juan Carlos lo hacía además de una manera muy sutil, él iba tirando de la tela del vestido para que se fuera viendo el muslo. Pensé qué iba a pasar si yo decía algo, pero no decirlo también me hacía sentir mal”, cuenta.
El episodio duró un rato, hasta que otra de las mujeres que asistía a esa cena se dio cuenta de que algo pasaba y la invitó a salir fuera. “Me vio incómoda y me invitó a salir a fumar cuando ninguna de las dos fumábamos. Al volver me senté en otro sitio y no volví a tener relación con él. La noche siguiente vi que lo mismo que me había hecho a mí, lo hacía con otras de las asistentes”.
“En los años siguientes volvimos a cruzarnos. Llegué a limar asperezas y a pensar que su actitud había cambiado conmigo, lo cual me alegró y me permitió mantener una relación cordial y profesional e incluso diría que amistosa con él. Sin embargo, a raíz de un proyecto laboral en el que quiso involucrarme empecé a notar otra vez esas miradas incómodas y acercamientos, hasta que en un evento público vi de nuevo, con mis propios ojos, cómo acosaba descaradamente a otras compañeras, a mí incluida, con abrazos, besuqueos y miraditas. A partir de ese momento, mi relación con él volvió a su punto de partida”, relata. Él, sin embargo, le seguía enviando mensajes “aparentemente cariñosos” que a ella le parecían “fuera de lugar” y que la mayoría de las veces dejaba en visto, algo que no impedía que él siguiera enviándoselos.