Una Iglesia obsesionada con el sexo. Un Papa que levanta la condena al infierno a todo el que no sea heterosexual. Una lógica social que empieza a arrastrar a la moral más oscura
Los obispos italianos abren las puertas de los seminarios a los gays, siempre que mantengan el celibato
El Papa Francisco está enfermo. Los últimos días los ha pasado hospitalizado con una bronquitis que se ha complicado hasta generar una neumonía importante. Jorge Bergoglio tiene 88 años. Para los ateos lo más importante del legado de un Papa es su capacidad para desintoxicar de odios, fanatismos y fobias la moralidad de su religión. Este Papa ha dado algunos pasos, ha abierto algunas puertas. Hoy hablamos de una de ellas: en Italia, la Iglesia ha decidido admitir que hombres homosexuales puedan ser sacerdotes. Ahora, en teoría, ser gay no te invalida para ser cura.