Hace tres años, tras tres meses de tensiones por despliegues sospechosos de cerca de Ucrania, la embajada de Rusia en España convocó a la prensa para transmitir un mensaje: “Es un bulo con intención de crear pánico”. Yuri Korchagin, el embajador, repetía insistentemente que Rusia no iba a atacar Ucrania. “Las tropas rusas están a la misma distancia que Calatayud de Francia. ¿Es eso cerca? Pienso que no”, dijo.