La tarde en que el president debía estar a los mandos está llena de versiones contradictorias, dudas y mentiras. Tras su comida, se supone que estuvo en su despacho «informado del temporal junto a su gabinete». Ni estaba su jefe de gabinete ni siquiera llegó al Cecopi a la hora que dijo, según el último giro de guion que el propio Mazón ha escrito. Ya nada es fiable y surge la pregunta de si realmente estaba en su despacho
La Generalitat dice que los vídeos de seguridad del Cecopi muestran que Mazón llegó después de enviarse la alerta
La mentira, en el sentido que le dan los utilitaristas, puede ser una licencia tolerable si produce un mal menor o más bienestar que perjuicios. A lo largo de la historia ha habido grandes mentiras (o silencios) que con el tiempo se revelaron necesarias. Mentirijillas domésticas pueden salvar todos los días males mayores en todas las casas.