El principal acusado del caso mascarillas, Alberto Luceño, ha descargado este miércoles la responsabilidad del precio desorbitado pagado por el Ayuntamiento de Madrid y las comisiones que percibieron él y Luis Medina, en el banquillo junto a él, en el empresario malasio San Chin Choon, proveedor del material sanitario por el que el Consistorio desembolsó en los peores momentos de la pandemia 11 millones de euros. De esos 11 millones, cinco fueron para Luceño y uno para Medina.