Iberdrola se ha sumado a Endesa en sus peticiones para revisar el calendario de cierre progresivo de las centrales nucleares a partir de 2027 que las eléctricas y el Gobierno pactaron en 2019. Aprovechando la debilidad parlamentaria del Gobierno, las dos empresas quieren reabrir el debate, pero exigen eso sí una mejora de la retribución de esta tecnología.