Pedro Sánchez reivindica el pacto de Estado contra la violencia: «Cuando el feminismo llega a un lugar, lo mejora»

El PSOE celebra un acto para poner en valor la renovación del pacto estatal, que el Congreso validó ayer con el apoyo de todos los partidos, excepto Vox; la ministra Redondo alaba la unidad alcanzada en la firma del documento

La violencia económica ya es violencia de género: las claves del nuevo Pacto de Estado aprobado por el Congreso

“Cuando el feminismo llega a un lugar lo mejora. Lo hace cuando llega a una casa, a un aula. Lo hace cuando se incorpora a un algoritmo o entra en el consejo de administración de una empresa. Celebramos con orgullo estar en el lado correcto de la historia”.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha cerrado este jueves un pequeño acto en el que el PSOE ha celebrado con la presencia de varios ministros la aprobación el miércoles en el Congreso del nuevo pacto contra la violencia de género, que suscribieron todos los partidos, excepto Vox. Un nuevo pacto que incluye la violencia económica como violencia de género y que también pone especial énfasis en la violencia vicaria y la digital.

El presidente ha señalado que es importante celebrar las victorias –así interpreta el PSOE la renovación del pacto– y ha reivindicado los avances en pos de la igualdad que ha vivido España en los últimos años. “La política es que las cosas sucedan”, ha subrayado. “Venimos de una época, cuando estaba Rajoy, en la que sucedía nada. Todo era un lío y lo que había era la consolidación de un status quo que era perjudicial para las mujeres. Ahora hay que celebrar la negociación, el acuerdo, el pacto. Lo importante es hacer, que las cosas sucedan, que pasen cosas que resuelvan injusticias o que pasen cosas que no funcionan”, ha insistido.

Sánchez ha recordado que en los 22 años que han pasado desde que en 2003 se empezaron a contar las víctimas de la violencia machista un total de 1.296 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas, “una cifra escalofriante que refleja una herida abierta de la democracia”. Y ha recordado que no hay que dar nada por sentado, por muchos avances que se vayan logrando. “Nos enfrentamos a un enemigo tenaz y perverso, que es el machismo. Ningún avance está tallado en piedra”.

Precisamente por ello, ha prometido seguir trabajando para que España se mantenga en la vanguardia mundial de la igualdad. “Seremos un baluarte contra cualquier retroceso y una inspiración para quienes miran a España con esperanza”, ha cerrado.

“Hay que sacar a la extrema derecha de las instituciones”

Antes de él habían participado las ministras Redondo, Montero, López y la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, que también es la secretaria de Igualdad del PSOE.

La ministra Redondo ha celebrado la imagen de unidad ofrecida ayer y también el efecto que tuvo en quien se quedó fuera. “La imagen de cuando toda la bancada, todos los grupos parlamentarios, estábamos de pie aplaudiendo el pacto, la palabra, el diálogo, y vimos bajar a los diputados de Vox uno a uno. Hay que celebrar ese cordón sanitario que conseguimos ayer [por el miércoles], sacar a Vox de las instituciones, del Congreso. Hay que sacar a la extrema derecha de las instituciones”, ha pedido.

Esta ministra fue la que más bajó a lo concreto. “Lo importante es que se crea que el pacto va a mejorar [la vida de] las mujeres. Se trata de encontrar nuevas formas de erradicar esas nuevas violencias: la violencia vicaria, la económica, la digital, la violencia a las mujeres en lo rural. El pacto nos va a permitir trabajar con ese acuerdo detrás”, ha expuesto.

Porque la firma de este miércoles es un primer paso, no el final de un camino. “Vamos a caminar rápidamente hacia esos desarrollos normativos esenciales para avanzar hacia una sociedad libre de violencias machistas”, ha adelantado. Queda trabajo parlamentario por delante para concretar muchas de las medidas que se incluyeron en el acuerdo.

La ministra Montero había explicado que su máximo interés, relacionado con el cargo que ostenta, es “todo lo que tiene que ver con la violencia económica”. Montero quiso poner en valor el trabajo realizado por el Gobierno durante toda la legislatura, más allá del pacto firmado el miércoles. Y lo hizo nombrando tres iniciativas aprobadas por el Ejecutivo que, afirmó, van en beneficio de las mujeres.

“La reforma laboral logró atajar de forma significativa la precariedad, y la estadística ponía de forma manifiesta que la precariedad afecta sobre todo a las mujeres”, empezó. “La subida del SMI (Salario Mínimo Interprofesional) es netamente una política feminista, que está permitiendo que esos empleos que además de precarios tenían bajo salarios permitan trabajar con dignidad”, continuó. Por último, Montero mencionó “la equiparación de los permisos de maternidad y paternidad, fundamentalmente dirigida a las mujeres, para que nadie nos preguntará ya en las entrevistas de trabajo –no a mí, bromeó con su edad– si tenemos planes de maternidad”. Las tres medidas provienen de ministerios dirigidos por Unidas Podemos primero y Sumar después.

Bernabé fue la primera que recordó que la historia de la igualdad en España “empezó hace 20 años con la primera ley de violencia de género”, que firmó el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, una figura reivnidicada ayer.

400 medidas, no todas nuevas

El texto aprobado ayer por el Congreso consta de 460 medidas divididas en diferentes ejes –una parte de ellas ya están vigentes, otras son nuevas– y consigna un aumento del presupuesto de 1.500 millones de euros extra en cinco años repartidos entre el Estado central, las comunidades y los ayuntamientos. Entre otras medidas, incorpora el reconocimiento de la violencia económica ejercida contra las víctimas –a través, por ejemplo, del impago de pensiones– como una forma de violencia machista.

Muchas de las novedades son “propuestas”, no medidas directas, que van desde la formación transversal en violencia vicaria a todos los operadores jurídicos a la supresión de los atenuantes de confesión y reparación del daño en los casos de violencia de género, como el que permitió al exfutbolista Dani Alves rebajar su pena por violación. Además, propone reformar la Ley Integral contra la Violencia de Género de 2004 para incluir específicamente la violencia que se ejerce contra los hijos e hijas de las víctimas a través del régimen de visitas. Con ello se prevé hacer un reconocimiento más explícito a pesar de que los menores ya están incluidos en la norma.

El nuevo pacto también incorpora medidas para mejorar el “acompañamiento” a las víctimas y para ello crea la figura de las “unidades de apoyo en el ámbito local”. Propone el desarrollo de protocolos para mejorar la detección temprana de la violencia en las consultas de médico, para impulsar la formación en las aulas o para evitar que falsos síndromes como el SAP –según el cual, la madre manipula a los niños contra el padre– sean tomados en cuenta en los Puntos de Encuentro Familiar.