La Ley de Dependencia establece un plazo de tres días, 72 horas desde que se presenta la solicitud, para conceder las prestaciones que necesiten a las personas que se encuentran en una situación de emergencia social. Sin embargo, en Galicia ese tiempo llega a multiplicarse por 20. Sólo en los hospitales del área sanitaria de Pontevedra-Salnés, el Colexio Oficial de Traballo Social (COTSG) contabiliza una docena de personas, algunas ingresadas desde hace más de dos meses, a las que no se da el alta porque tendrían que regresar a una situación de precariedad extrema. Ante la falta de plazas en residencias o servicios de ayuda en el hogar, los hospitales se convierten en albergues indefinidos. Los profesionales culpan de esta situación al “deterioro” del sistema. La Xunta, por su parte, niega en rotundo la situación.