Cómo puede dormir tranquilo después de que sepamos que durante esas cinco horas en las que él estaba haciendo sus cosas, no sabemos qué cosas, el 112 valenciano recibía 15.000 llamadas de alerta. Cómo puede conciliar el sueño sabiendo que cuando se envío la alerta a la población ya había muerto la mayoría de víctimas
No dejo de preguntármelo: cómo puede Mazón dormir tranquilo. Cómo puede, con 227 muertos a sus espaldas mientras él estaba, dice, en una comida, no sabemos de qué tipo, durante cinco horas. Cinco horas en las que el mundo se venía abajo sobre Valencia. Cómo puede dormir tranquilo después de que sepamos que durante esas cinco horas en las que él estaba haciendo sus cosas, no sabemos qué cosas, el 112 valenciano recibía 15.000 llamadas, 15.000, alertando de las riadas, de la gente encaramada en los tejados, atrapada en sus casas, agarrada a los postes, arrastrada por la corriente, ahogada bajo el agua. Cómo puede dormir tranquilo sabiendo que esas llamadas de socorro llegaban al lado del Centro de Coordinación donde él no estaba. Cómo puede conciliar el sueño sabiendo que cuando se envió la alerta a la población ya había muerto la mayoría de víctimas. Cómo puede dormir siquiera sabiendo que nos ha mentido sobre dónde estaba, qué hacía, a qué hora volvió. Nos ha mentido porque sabe que la verdad es intolerable y el día que se sepa, no tendrá donde esconderse.
No sé cómo lo hace, pero lo hace. Mazón sigue durmiendo, no sé si muy tranquilo, pero lo suficiente como para no dimitir. No dimite. No dimite ni siquiera después de leer, porque tiene que haberlo leído, que mientras él estaba desaparecido las llamadas al 112 alertaban de bebés, niños, mujeres embarazadas, personas mayores y dependientes en peligro de muerte, de residencias inundadas y ancianos con el agua al cuello, de menores atrapados en viviendas de las que no podían escapar. No dimite después de haber dicho que hubo un apagón informativo de tres horas que estas llamadas desmienten. El que estuvo apagado en esas horas fue él, mientras el teléfono de emergencias recibía más de 6000 avisos. El que estuvo apagado fue el Centro de Coordinación durante una hora en la que el 112 recibía 4500 alertas. A las 16:40 los vecinos ya estaban advirtiendo del desbordamiento del río Poyo. Cómo puede dormir tranquilo Mazón sabiendo que a esa misma hora él estaría chupando pelos de gamba o lo que fuera que se metía en la boca.