Una vez más tras tres años de guerra, Volodímir Zelenski ha llegado a Bruselas arropado por los presidentes de la Comisión Europea y el Consejo Europeo, Ursula von der Leyen y António Costa, y con el apoyo de la inmensa mayoría de líderes de los 27, a excepción del ultraderechista húngaro Viktor Orbán. Eso no ha cambiado, pero sí lo ha hecho el contexto internacional con la victoria de Donald Trump, que ha dado un golpe en el tablero geopolítico al alinearse con Vladímir Putin para unas negociaciones de paz que dejan a Kiev y a la UE al margen. Una semana después de ser humillado en la Casa Blanca, Zelenski ha agradecido el apoyo a la Unión Europea antes de una reunión de los jefes de Gobierno en la que discutirán el aumento del gasto militar.