Decenas de muertos en choques entre las nuevas autoridades de Siria y milicianos fieles al exrégimen de Al Asad

Hombres armados leales al expresidente han atacado a las nuevas fuerzas de seguridad sirias en una región considerada un feudo de Bashar Al Asad hasta su derrocamiento el pasado diciembre

Las fuerzas de seguridad de las nuevas autoridades sirias se están enfrentando desde el jueves a hombres armados leales al régimen del expresidente Bashar Al Asad, en el oeste del país cuando se cumplen tres meses de la huida del dictador de Damasco y la toma de poder por parte de una alianza de grupos islamistas, encabezados por el actual líder del país, Ahmad Al Sharaa.

Desde que los fieles a Al Asad lanzaran ayer un ataque “bien planificado” contra las nuevas fuerzas de seguridad, han muerto decenas de personas. No hay una cifra oficial de fallecidos, pero según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos más de 70 personas han muerto “en sangrientos enfrentamientos y emboscadas” en la costa mediterránea de Siria.

Las fuerzas de seguridad afiliadas al Gobierno de Al Sharaa están intentando imponer su autoridad en las provincias costeras de Tartús y Latakia, feudos tradicionales de la comunidad alauí, la minoría religiosa a la que pertenecía Al Asad y que integraba mayoritariamente su régimen. El portavoz del Ministerio de Defensa sirio ha dicho a la agencia de noticias oficial SANA que sus fuerzas están llevando a cabo una operación de “peinado” para restablecer la calma y arrestar a los “restos de las milicias de Al Asad” en la localidad de Yablah, donde dieron comienzo los enfrentamientos armados el jueves.

El jefe del servicio de Inteligencia sirio, Anas Jatab, ha denunciado que algunos “débiles y criminales han aprovechado las condiciones previas y las difíciles circunstancias que atraviesa el país (…) y comenzaron a planificar y prepararse para intentar atacar la nueva cara de la Siria futura”. Según declaraciones recogidas por SANA, “ex líderes militares y de seguridad afiliados al antiguo régimen están detrás de la planificación” de los ataques, bajo las órdenes de “algunas figuras que huyeron del país y eran buscadas por la Justicia”. Jatab ha afirmado que no les queda otra opción sino “entregarse y entregar sus armas”.

Estos choques son los más graves que se han producido en Siria entre las nuevas fuerzas de seguridad, afiliadas al Gobierno de Al Sharaa, y los integrantes del exrégimen. Sin embargo, las tensiones habían permanecido elevadas enTartús, Latakia y otras zonas de mayoría alauí o donde todavía existe odio y rencores por lo sucedido durante la guerra civil siria.

Uno de los principales temores tras el colapso del régimen el pasado 8 de diciembre fue que se dieran represalias a gran escala contra los alauíes y todos aquellos asociados con Al Asad. Eso no ha ocurrido en los pasados tres meses, aunque sí se han registrado incidentes y venganzas contra personas y familias vinculadas al régimen y a sus abusos e injusticias. Oficialmente, el Gobierno de Damasco ha llamado a la convivencia y a la unidad, y ha pedido a sus hombres abstenerse de llevar a cabo actos de venganza.