Un informe del CGPJ revela que la sobrecarga de trabajo y las dificultades para conciliar son los obstáculos que más frenan el ascenso de las mujeres en la carrera judicial
Justicia sin igualdad: las mujeres son mayoría en la carrera judicial pero la excepción en las cúpulas
Tres de cada cuatro juezas consideran que el sistema de acceso a las cúpulas de los principales tribunales resulta discriminatorio para las mujeres. Es uno de los principales datos que arroja el estudio “Causas de la baja participación de las mujeres en los cargos de nombramiento discrecional de la judicatura” presentado este lunes en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). La finalidad del informe, elaborado en base a más de 300 entrevistas, es identificar los obstáculos de las mujeres para llegar a la cúpula judicial, donde están infrarrepresentadas a pesar de que son mayoría en la judicatura, donde se accede por oposición.
Por contra, las designaciones de altos cargos judiciales —los presidentes de sala y de los magistrados del Tribunal Supremo y los presidentes de la Audiencia Nacional, los tribunales superiores de Justicia y sus salas y las audiencias provinciales— se realizan de forma discrecional por parte de los vocales del CGPJ.
La normativa que los regula se rige por los principios de “mérito y capacidad” y tiene en cuenta elementos como la antigüedad en la carrera judicial o la pertenencia a cierto orden jurisdiccional; pero también otros sujetos a valoración como las sentencias significativas dictadas, la producción jurídica (libros, artículos…) o la participación en cursos o conferencias. Además, los aspirantes se someten a entrevistas públicas, aunque no se publican las puntuaciones asignadas a los méritos.
El estudio sostiene que las mujeres perciben que al no establecerse las medidas para que los nombramientos estén basados en procesos objetivos y, como el proceso no es transparente, “se sienten desprotegidas frente a decisiones discriminatorias”. En este punto, el informe señala que la falta de garantías de obtener un puesto discrecional en condiciones de igualdad, incluso aunque se reúnan todos los méritos, desincentiva sus candidaturas a los puestos más altos de la carrera.
Así, aunque las encuestadas admiten que puede haber barreras internas, la mayoría considera que la principal razón por la que no se presentan a los procesos de selección es la configuración actual del sistema de acceso a esos cargos. Más del 65% cita la sobrecarga de trabajo en el puesto que desempeñan y la que supondría un cargo discrecional, así como las responsabilidades familiares. Algo más de la mitad considera que el enfoque de los órganos de poder y las tareas asociadas a este tipo de cargos también son un obstáculo.
En las fechas de elaboración del estudio, el 64,4% de las juezas y magistradas estaban destinadas en un órgano unipersonal. En su opinión, se trata de puestos que reúnen, en general, las peores condiciones de trabajo y dan menos facilidades para conciliar la vida laboral y familiar. El 74,3% de las encuestadas son madres y, de éstas, casi la mitad (49%) tiene hijos o hijas menores de 12 años. Un tercio asume tareas de cuidado de mayores y sólo el 14% realiza actividades que pueden ser útiles de cara a una futura promoción.
En opinión de seis de cada diez encuestadas, las dificultades en la conciliación influyen totalmente (43,8%) o bastante (22,3%) en sus posibilidades de alcanzar puestos de responsabilidad. Para el 19,7% pesa poco y para el 14,23 % restante, nada. La falta de confianza en sí mismas —el llamado síndrome de la impostora— no es una barrera para una amplia mayoría de magistradas y de juezas encuestadas, pues el 72,9% cree que tiene capacidad para ocupar un cargo discrecional.
Brecha de género
Desde la incorporación de las mujeres a la judicatura, la brecha de género se ha explicado por la propia estructura del sistema judicial, por la relevancia de la edad y la antigüedad. Esto es, se justificaba la baja presencia de las mujeres en estos cargos porque no reunían los requisitos de antigüedad que los reglamentos establecen. Sin embargo, el informe subraya que “los datos demuestran que éste no es el motivo que explica la diferencia”.
En relación con las candidaturas seleccionadas, solo el 22% del total de mujeres que participan en estos procedimientos acceden al cargo. Los hombres, por contra, tienen una mayor tasa de éxito: obtienen una plaza el 35,59% de quienes se presentan a la convocatoria de selección. Además, el estudio apunta que las que son elegidas tampoco tendrán las mismas oportunidades que sus compañeros una vez ocupen el cargo. Es más frecuente que sean sustituidas pronto. Es decir, que ocupen durante menos tiempo el cargo en comparación con los hombres.
Sobre cómo favorecer el acceso de mujeres a los cargos discrecionales, casi el 80% de las juezas y magistradas encuestadas cree que son necesarias las medidas para fomentar la igualdad en el seno de la carrera. Así, el 98,9% están de acuerdo con mejorar la transparencia del proceso de selección y de los criterios evaluables. Nueve de cada diez opinan que deberían publicarse las puntuaciones asignadas a los méritos (95%) y establecer unos criterios más ligados al desempeño del puesto (95,6%). También abogan por ampliar las medidas que favorezcan la conciliación (90,3%).
El informe, dirigido por la Comisión de Igualdad del CGPJ, ha sido elaborado entre diciembre de 2023 y septiembre de 2024 por la Asociación de Mujeres del Sector Público en tres fases: una documental durante la que se llevó a cabo un análisis estadístico para conocer el contexto de investigación; una cualitativa dirigida a identificar las barreras para el acceso de mujeres a cargos discrecionales y recoger propuestas; y una en la que se elaboró la encuesta realizada a juezas y magistradas de toda España. Los datos estadísticos utilizados para el estudio son los de 2023.