Pedro Sánchez y Yolanda Díaz se ven este martes en Moncloa antes de la ronda del presidente con los grupos parlamentarios y en mitad de las tensiones que generan en la izquierda los planes de Europa sobre el gasto militar
Sánchez pretende llegar al 2% del gasto en defensa antes de 2029
El mundo se desordena, Europa se rearma y el Gobierno afronta un nuevo cambio de rasante en la legislatura por el compromiso de aumentar sustancialmente el gasto en Defensa. La hoja de ruta marcada por la Unión Europea, que presiona a España para alcanzar el 2% del PIB en inversión militar, no solo genera el rechazo explícito de varias formaciones de izquierdas que prestan apoyo al Ejecutivo en el Congreso, sino que provoca tensiones internas en Sumar, socio de coalición del PSOE y habitualmente reacio al incremento de recursos para esa partida. En ese contexto, Pedro Sánchez y Yolanda Díaz se reúnen este martes en la Moncloa, justo 48 horas antes de que el presidente reciba también a todos los portavoces parlamentarios a excepción de Vox.
“Esto no va a de subir o bajar el presupuesto militar en Europa, sino de reordenar la política de Defensa”, aseguró la vicepresidenta segunda este lunes en Bruselas, donde hizo equilibrios para marcar ciertas distancias con la apuesta de Sánchez de acelerar el gasto, pero sin ir, ni mucho menos, tan lejos en la crítica expresada desde otros ámbitos de su coalición. “Esto va de coordinar efectivos y decidir de manera coordinada lo que necesitamos en Europa. El debate es para qué necesitamos en la UE tener más presupuesto en Defensa que Rusia”, dijo Yolanda Díaz, que pidió una reflexión antes de tomar decisiones: “No arreglamos nada por subir el presupuesto militar. Lo que necesitamos saber es qué política de defensa vamos a practicar en el siglo XXI en un momento muy complejo de recesión geopolítica”.
Este lunes, la propia Yolanda Díaz convocó al conjunto de organizaciones políticas que forman parte de Sumar para adoptar una posición conjunta de cara a la cita en la Moncloa con el presidente y también a las negociaciones que están por venir respecto al gasto militar, un tema trascendental sobre el que el Ejecutivo aspira a tener una voz única en un momento especialmente crítico. Pero ese consenso es complejo de alcanzar incluso entre las propias filas de la vicepresidenta, donde partidos como Izquierda Unida se descuelgan de manera rotunda de cualquier senda que implique el rearme de los ejércitos europeos. “Vamos a lanzar una posición política frente a la espiral belicista que vivimos. La paz no se consigue ni con aumento del gasto militar ni con envío de tropas”, dijo el coordinador federal, Antonio Maillo, en rueda de prensa.
El portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, prefirió poner el foco en el error, a su juicio, de “haber subcontratado la política de defensa europea a la OTAN de los Estados Unidos”. “Ahora estamos pagando las consecuencias”, continuó Urtasun, que fijó como “único camino posible” transitar hacia “una defensa europea propiamente autónoma para ir sustituyendo progresivamente el paraguas militar de la OTAN por un paraguas autónomo, independiente, propiamente europeo”. Sumar se abre así a la posibilidad de rearmar a Europa y de crear un ejército europeo “de defensa autónoma, que sea disuasorio y estrictamente defensivo”, lejos de “modelos imperialistas”. Aunque la formación admite sentirse lejos de la estrategia de gasto que anunciada por la Comisión Europea y respaldada por Pedro Sánchez.
“Un esfuerzo anticipado”
Tras la reunión de los 27 de la semana pasada, y después de la constatación de que Europa ya no cuenta con la implicación de los Estados Unidos de Donald Trump en su propia protección, la postura del presidente del Gobierno quedó clara: acelerar los plazos comprometidos con la OTAN, que fijaba en 2029 el cumplimiento del 2% del PIB destinado al gasto en Defensa.
“Es evidente que todos tenemos que hacer un esfuerzo anticipado respecto a lo que nos habíamos marcado. La respuesta es sí”, respondió Pedro Sánchez a los periodistas en Bruselas sobre la posibilidad de pisar el acelerador. Sin embargo, por el momento no desvela cuál es la hoja de ruta. Lo que defiende el Gobierno es que, desde que llegó Sánchez a la Moncloa en 2018, se ha incrementado la partida de Defensa en un 10% cada año. España, ahora, está dispuesta a acelerar en la senda marcada hasta 2029, señalan fuentes gubernamentales, pero quiere que se tengan en cuenta también otros factores, como su aportación a misiones de la OTAN o su presencia en países del este. Otro argumento que esgrimen en Moncloa a la hora de justificar que el porcentaje de gasto sea menor que el de otros países es que el PIB de España crece más y que por eso el incremento es más difícil.
De entre todas las preguntas que hay sobre la mesa acerca de los planes del Gobierno para dotar de más recursos a la política de Defensa, la que más preocupa a los socios de izquierdas es de dónde saldrán esos recursos y si lo que se incremente en gasto militar implicará recortes de otras partidas de carácter social. Un temor sobre el que salió al paso el ministro de Economía este lunes.
“En el contexto en el que estamos, invertir en defensa es una necesidad. La senda debe pasar por flexibilizar las reglas fiscales europeas para que el gasto en Defensa no compita con las partidas sociales o de educación, que no haya que elegir entre gasto social o defensa”, dijo Carlos Cuerpo en una entrevista en la Cadena Ser.
La incógnita del PP
Mientras, desde el PP evitan fijar por el momento la posición sobre el aumento del gasto en Defensa y el papel de España ante las negociaciones de paz en Ucrania que desarrollan EEUU y Rusia al margen de la UE y de la propia Ucrania. Antes de que Alberto Núñez Feijóo se reúna con Sánchez en la Moncloa, la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, no quiso revelar este lunes qué votará su partido si el Gobierno plantea al Congreso un aumento del presupuesto militar o incluso la intervención directa de soldados españoles en suelo ucraniano.
Gamarra reclamó al presidente del Gobierno que exponga primero qué quiere hacer antes de que su partido fije su propia posición. “¿Qué planteamiento tiene Sánchez?”, se preguntó en una rueda de prensa en el Congreso. La ‘número dos’ orgánica de Feijóo lamentó que tengan más información los primeros ministros y presidentes con los que Sánchez se reunió la semana pasada en Bruselas que “los españoles”. Y pidió que la ronda de reuniones en Moncloa entre el presidente y los líderes de los grupos parlamentarios tenga contenido y no sean “de cara a la galería”.
“¿De qué quiere hablar, para qué quiere a hablar?”, se preguntó. “Su obligación es comparecer en el Congreso para que conozcamos perfectamente qué es lo que Sánchez plantea y a qué se ha comprometido en nombre de España”, concluyó. Está previsto que Sánchez comparezca la última semana de marzo tras el anuncio de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, sobre la movilización de 800.000 millones de euros para rearmar Europa y sobre la posibilidad de que los Estados miembros desvíen fondos europeos destinados a la cohesión a su gasto en defensa.