Prometen beneficios y alivio a la tensión muscular desde la comodidad de nuestra casa por un precio asequible, pero ¿funcionan?
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Los masajes son una práctica milenaria. Hay registros del uso del masaje en China de hace más de 5.000 años, y en los textos de Ayurveda, que datan del 1.500 a.e.c. Desde reducir el estrés y la ansiedad hasta aliviar dolores musculares y mejorar la circulación sanguínea, pasando por el tratamiento para la depresión, las enfermedades autoinmunes y el autismo, como señala una amplia revisión de estudios, los masajes son una herramienta poderosa para mejorar la salud, o simplemente, para encontrarse un poco mejor.
Sin embargo, acudir regularmente a un profesional puede resultar costoso y consumir mucho tiempo. Las máquinas de masaje caseras ofrecen una alternativa mecánica y más accesible para disfrutar de los beneficios de los masajes en casa, pero ¿funcionan?
Cómo funcionan las máquinas de masaje domésticas
El masaje actúa a través de varios mecanismos fisiológicos. En primer lugar, estimula la circulación sanguínea y linfática, lo que favorece la oxigenación de los tejidos y la eliminación de toxinas. Además, ayuda a relajar la musculatura al reducir la tensión y los espasmos, lo que se logra mediante la liberación de endorfinas, los analgésicos naturales del cuerpo. El masaje también influye en el sistema nervioso, activando el sistema parasimpático, lo que promueve la relajación y reduce los niveles de estrés y ansiedad. Por último, puede mejorar la movilidad articular al liberar adherencias y aumentar la elasticidad de los tejidos conectivos. En conjunto, estos efectos contribuyen a aliviar el dolor, reducir la inflamación y promover un estado general de bienestar.
Las máquinas de masaje caseras están diseñadas para imitar las técnicas utilizadas por los masajistas profesionales. Estos dispositivos utilizan una variedad de tecnologías, como rodillos, vibraciones, calor infrarrojo y presión de aire, para proporcionar diferentes tipos de masajes. Algunas máquinas están especializadas en áreas específicas del cuerpo, como el cuello, la espalda o los pies, mientras que otras, como las sillas, ofrecen una experiencia de masaje de cuerpo entero.
Entre los tipos de máquinas de masaje más comunes se encuentran los masajeadores de percusión, con forma de pistola, que utilizan movimientos repetitivos de alta frecuencia y son ideales para aliviar la tensión muscular y mejorar la circulación. También están las sillas de masaje, que ofrecen una experiencia de masaje completo, con rodillos y que cubren desde el cuello hasta la parte inferior de la espalda y los muslos. Los cojines de masaje son otra opción, portátiles y versátiles, que también utilizan rodillos para proporcionar el masaje. En estos dos casos, el masaje se puede acompañar de calor mediante una fuente de luz infrarroja.
La efectividad de las máquinas de masaje caseras depende en gran medida de la calidad del dispositivo y de las necesidades específicas del usuario. Para personas con dolores musculares leves o moderados, estrés o fatiga, estas máquinas pueden ser una excelente opción. En un estudio comparando las máquinas de masaje con los estiramientos se pudo comprobar que eran más eficaces para mejorar la variabilidad cardíaca, una forma de medir la adaptación al estrés. Sin embargo, para dolencias más serias, como lesiones musculares, siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud.
Estos son tres tipos de máquinas de masaje caseras comunes, con sus características, ventajas e inconvenientes.
Pistolas de masaje de percusión
Estos dispositivos de masaje contienen un motor que mueve un vástago hacia delante y hacia detrás a alta velocidad. En el extremo se pueden acoplar distintos accesorios de goma sintética, con forma de esfera, planos o con protuberancias, que se pueden aplicar a diferentes partes del cuerpo. Muchos cuentan con una batería recargable de larga duración.
Hay estudios que indican que tienen efectividad para aliviar la tensión muscular, reducir el dolor, mejorar la fuerza y flexibilidad y mejorar la recuperación después del ejercicio. Sin embargo, puede ser incómodo para aplicarlo uno mismo, especialmente en partes del cuerpo difíciles de alcanzar como la espalda, y sujetarlo durante el tiempo necesario puede producir fatiga. Se pueden encontrar modelos por menos de 30 euros, pero los más avanzados y de mayor calidad alcanzan varios cientos de euros.
Sillones de masaje
Puede que las hayas visto en centros comerciales y aeropuertos. Estos sillones reclinables tienen apoyo para la cabeza, piernas y brazos, y una vez nos sentamos en ella, los rodillos que hay bajo la tapicería empiezan a masajear los músculos desde el cuello hasta los pies. Además, la mayoría de los modelos incluyen una fuente de calor infrarrojo que mejora la efectividad del masaje, además de varios programas, más o menos largos y vigorosos. Los estudios han encontrado que son efectivas para reducir el estrés y el dolor crónico, pero no superan a la fisioterapia a la hora de tratar lesiones. El mayor inconveniente es el precio, ya que estos sillones superan con facilidad los 1.000 euros y ocupan mucho espacio.
Cojines de masaje
Los cojines de masaje ofrecen una alternativa más económica y portátil a los sillones de masaje, pero por su tamaño solo se aplican a una parte del cuerpo. Algunos modelos tienen forma de yugo y están diseñados para masajear el cuello, mientras que otros se ofrecen como un cojín lumbar para tratar la parte baja de la espalda. Hay modelos más completos y de mayor tamaño que cubren todo el respaldo de la silla o sillón. En su interior tienen distintos rodillos de masaje y calor infrarrojo, y su precio está entre menos de 30 euros y unos 300, dependiendo del tamaño y funciones.
Las máquinas de masaje caseras pueden ser una buena inversión para quienes buscan disfrutar de los beneficios de los masajes sin tener que salir de casa. Para deportistas, las pistolas de masaje de percusión son muy efectivas, mientras que los sillones y cojines se prestan más a la relajación y el alivio del estrés.
