Las alertas sobre la economía estadounidense suenan por la ingobernable gestión de una deuda de 36,5 billones de dólares -124% del PIB-. Otro colapso crediticio se puede precipitar si la Casa Blanca no aborda ajustes que chocan con una coyuntura que bordea la recesión y una filosofía presupuestaria de gastos en Defensa y rebajas tributarias
La política errática de Trump pone en peligro la economía mundial
El economista Nouriel Roubini ha pasado a la historia por haber anticipado el crediticio de 2008. Desde entonces, se ha granjeado el apodo casi universal de por sus sombrías advertencias. Entonces, las hipotecas fueron el epicentro de la crisis. Ahora, el origen podría volver a localizarse en suelo estadounidense, aunque en esta ocasión, a cuenta de una deuda que acumulaba 36,56 billones de dólares a finales de 2024, el 124% de un PIB valorado en 30,3 billones por el FMI a precios oficiales del mercado.