El Ejecutivo foral espera que el número de Lugares de Memoria crezca hasta 29 espacios históricos en los próximos meses
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“Alguien recordará en el futuro lo sucedido en este lago del olvido”, cantaba Gorka Urbizu en su canción homenaje a Maravillas Lamberto. Ahora, el Gobierno de Navarra prevé declarar Lugar de Memoria el monolito que recuerda a la joven de 14 años violada y asesinada a manos de un grupo de franquistas en 1936. Este monolito es uno de los cuatro espacios que el Ejecutivo Foral se plantea incorporar a la red de ‘Lugares de Memoria’ en los próximos meses.
“Navarra es la única comunidad de todo el Estado español donde, cuando vas por la carretera, te encuentras señales de tráfico que te conducen a Lugares de Memoria”, señala José Miguel Gastón, director del Instituto Navarro de la Memoria. Esta tipología fue aprobada sin oposición en el Parlamento de Navarra en 2018 para que estos lugares “sirvan como espacios de transmisión de la memoria y contribuyan a promover una cultura de paz y convivencia”.
Gastón afirma que entre memoriales, fosas comunes y caminos o búnkeres construidos por trabajadores esclavos del régimen franquista, Navarra cuenta con más de 300 espacios con memoria. Subraya que todos ellos son merecedores de memoria, pero que decidieron elegir lugares emblemáticos, repartidos por la geografía de la comunidad foral, para facilitar su visibilización y así “reducir esos 300 espacios, rincones, parajes y rutas a 24, más cuatro” que podrían ser incorporados en los próximos meses.
Uno de ellos es ‘El camino de la injusticia’. Una escultura que recuerda a los más de 1.700 trabajadores esclavos que construyeron la carretera en el norte de la comunidad foral de Irurita a Eugi entre los años 1939 y 1941. Horas después de su inauguración en mayo de 2009, la escultura apareció llena de pintadas falangistas que leían “ganamos y siempre ganaremos” en euskera.
Aunque las pintadas fueron eliminadas, la declaración como Lugar de Memoria Histórica obligaría por ley a las administraciones públicas titulares de esos bienes estarían “a garantizar la perdurabilidad” de los mismos. Además del monolito que recuerda a Maravillas Lamberto y esta escultura, también se proponen una fosa en Paternáin, al oeste de Pamplona, y el Casino Principal de Andosilla, que fue ocupado por Falange tras el golpe militar y utilizado como cárcel para algunos de los 38 vecinos que fueron asesinados en el edificio.
Monolito en recuerdo de Maravillas Lamberto en Ibricu de Yerri
Además, el Ejecutivo Foral también está trabajando con el Gobierno de España para declarar al Fuerte de San Cristóbal, al norte de la capital, como Lugar de Memoria. La adecuación del fuerte, que actualmente pertenece al ministerio de Defensa, fue una de las promesas del gobierno de Pedro Sánchez a cambio de los votos de los diputados de EH Bildu para la aprobación de la Ley de Memoria Democrática. Un compromiso que el Ejecutivo central no ha cumplido en el prometido “plazo máximo de un año”.
Jose Miguel Gastón, del Instituto Navarro de la Memoria, señala que están a la espera de que se concreten unas reuniones entre la Secretaría de Estado de Memoria Democrática y el Departamento de Memoria y Convivencia y subraya que “es el deseo de la ciudadanía navarra de que se le dé una respuesta a ese espacio”. Si los procedimientos de estos cuatro lugares y la negociación del fuerte avancen positivamente, la red contará con 29 lugares de memoria que, según el Instituto Navarro de la Memoria, ayudarán a compartir con las generaciones venideras esos lugares “que aún guardan los ecos de quienes sufrieron la violencia” desplegada por los sublevados en el golpe militar de 1936.