España figura en los planes de la estadounidense Vantage, con un macroproyecto junto a ACS en EEUU y participada por el magnate Tom Barrack, propuesto como nuevo embajador en Turquía
El Gobierno debe obligar a los centros de datos a revelar su consumo de agua y luz
Vantage, gigante estadounidense de los ‘data centers’ participado por un íntimo amigo de Donald Trump, planea instalar al menos cuatro centros de datos en España, según documentación oficial a la que ha tenido acceso elDiario.es
Esa inversión de Vantage se llevaría a cabo a través de un vehículo societario creado el 31 de enero en Luxemburgo. En un extenso documento que acaba de remitir al Registro del Gran Ducado, esa instrumental indica que va a desarrollar hasta cuatro centros localizados en España, cuya inversión y ubicación no precisa. elDiario.es contactó con Vantage el pasado viernes para intentar conocer sus planes en España, sin obtener respuesta.
Esta compañía es uno de los operadores más destacados de un sector que vive un momento de efervescencia al calor de la explosión de la inteligencia artificial. Fundada en 2010, con oficinas centrales en Denver (Colorado) y unos 1.700 empleados, Vantage está especializada en desarrollar campus de centros de datos a gran escala.
Opera en “21 mercados”, según su web, y sus 35 campus de centros de datos operativos o en construcción representan una capacidad total de 2,6 gigavatios de energía, tanta como la prevista para 2030 en toda España por la estrategia de Inteligencia Artificial del Gobierno de Pedro Sánchez.
Entre los inversores que han apostado por Vantage en los últimos años está Silver Lake, uno de los mayores fondos de capital riesgo de Silicon Valley, y el fondo DigitalBridge, antes conocido como Colony Capital, fundado por el millonario estadounidense de origen libanés Thomas Barrack, recientemente propuesto por su amigo Donald Trump para un puesto diplomático crucial.
Amigo personal de Trump desde hace décadas, Barrack es uno de los ultrarricos a los que ha reclutado el nuevo presidente de Estados Unidos para su Administración, aunque su figura ha pasado mucho más desapercibida que la del omnipresente Elon Musk. En diciembre, antes siquiera de tomar posesión, el ahora presidente propuso a Barrack como nuevo embajador de su país en Turquía. El nombramiento, pendiente del visto bueno del Senado estadounidense, le convertiría en principal interlocutor de su gobierno con un aliado clave de la OTAN que ha jugado un papel muy relevante en varios conflictos en Oriente Medio.
La relación entre ambos magnates se remonta a los años 80 del siglo pasado. Barrack, que en su juventud formó parte de la Administración de Ronald Reagan, fue asesor y uno de los grandes donantes de la campaña de Trump en 2016 y presidió su Comité Inaugural de 2017.
El empresario formó parte del círculo de amistades del depredador sexual Jeffrey Epstein y se le relacionó con presiones durante la primera Administración Trump para lograr un acuerdo rápido de venta de reactores nucleares a Arabia Saudí. En 2021 fue arrestado acusado de influir ilegalmente las posiciones de política exterior de Estados Unidos durante la primera etapa de Trump para favorecer a Emiratos Árabes Unidos. Un jurado popular le absolvió en noviembre de 2022.
Este magnate del ladrillo fue definido antes de la crisis financiera de 2008 por la revista Fortune como “el mayor inversor inmobiliario del mundo”, pero lleva años fuera de los habituales rankings de grandes fortunas. La última vez que apareció en la famosa lista Forbes, en 2013, se le atribuía un patrimonio de unos 1.000 millones de dólares, insignificante en comparación con las cifras que maneja Musk. Cuando fue detenido en 2021, esa publicación le atribuía una fortuna de no más de 600 millones.
Su antiguo fondo, Colony Capital, fue por ejemplo propietario de Neverland, el famoso rancho de Michael Jackson, que compró al fallecido cantante en 2008 por 22,5 millones de dólares. En 2010 rescató de la quiebra a la famosa fotógrafa Annie Leibovitz. También fue propietario del Paris Saint Germain hasta que en 2012 vendió este club de fútbol al emirato de Qatar.
28 centros en Europa
Vantage no menciona por ahora a España en su web, en la que indica que, solo en Europa, desarrolla 28 centros de datos en seis países (Alemania, Irlanda, Italia, Polonia, Suiza y Reino Unido) con una potencia total de 631 megavatios (MW) y una superficie de 72 hectáreas.
Destacan tres en Cardiff (Reino Unido) con 148 MW, uno de los mayores complejos de Europa, y otros cuatro en Milán (Italia) con 64 MW cuya energía suministrará Enel, propietaria de Endesa en España. Estas cifras superan toda la potencia de centros de datos que existía a cierre de 2024 en la Comunidad de Madrid, la región española con más capacidad en la actualidad, según la patronal DC Spain.
Vantage no figura entre los miembros de esta asociación, que recientemente ha fichado a la exvicealcaldesa de la capital con Ciudadanos, Begoña Villacís, y a la que están adheridas tecnológicas, eléctricas y constructoras.
Entre ellas, ACS, que en noviembre pasado anunció que a través de su filial estadounidense, Turner, construirá el campus que Vantage va a poner en marcha en Ohio, primero de esta compañía en el Medio Oeste. El proyecto, con una inversión de 2.000 millones de dólares, proporcionará 192 MW, con la previsión de inaugurar el primer edificio este año.
El fondo de Barrack fue el principal accionista de Vantage hasta el año pasado. En junio de 2024 lideró una nueva ronda de financiación para captar 9.200 millones de dólares en el operador de centros de datos junto a Silver Lake. Cotizado en Nueva York, Digitalbridge fue hasta 2022 accionista de otra empresa con un nombre muy parecido, Vantage Towers, propietaria de torres de telecomunicaciones que hace un año anunció una alianza con la española Iberdrola para equipar de cobertura móvil multioperador a parkings subterráneos y facilitar la carga de vehículos eléctricos.
Vantage, la promotora de centros de datos, anunció en enero compromisos de deuda e inversión de 13.000 millones de dólares para su expansión. Entre las entidades que han apostado por esta compañía está el mayor fondo de pensiones de Australia, AustralianSuper, que maneja cerca de 300.000 millones de euros en activos y acaba de ser demandado ante la Justicia por el regulador australiano por supuestos retrasos injustificados en la tramitación de miles de indemnizaciones por fallecimientos en su país. AustralianSuper confirmó en 2023 una inversión inicial de 1.500 millones de euros en el negocio europeo de Vantage.
La compañía estadounidense está entre los operadores a los que las autoridades irlandesas han denegado permisos para instalar más centros. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) pronosticaba hace un año que los data centers supondrán cerca de un tercio de la demanda nacional de electricidad de Irlanda en 2026.
En España en la actualidad estos centros suponen el 2,4% del consumo, según un reciente informe de la consultora DNV, aunque las eléctricas confían en que se agilice su implantación para impulsar la demanda. DNV estima que estos centros consumieron 6 TWh en 2024, cifra que prevé que se duplique en 2030 y que en 2050 podrían alcanzar los 26 TWh.
Según esta consultora, este escenario “supone un reto considerable para la red eléctrica española, que tendrá que garantizar un suministro constante y sostenible”. La demanda de los centros de datos es uno de los argumentos que ha esgrimido en las últimas semanas la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, para oponerse al cierre del primer grupo de la central nuclear de Almaraz, previsto para 2027.
Como señala un reciente estudio de Proequity, los CPD son “la nueva tendencia” en el sector inmobiliario y “se han convertido en el activo con mayor interés para los inversores”. La consultora Bain & Company prevé que el mercado español de los centros de datos crecerá entre un 25% y un 30% hasta 2030 debido a las ventajas estratégicas del país: ubicación, energías renovables, capacidad de la red eléctrica, coste de construcción y buena conectividad digital.
Aunque los primeros borradores de la nueva planificación hidrológica del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico minimizan el consumo de agua de los centros de datos, la vicepresidenta tercera, Sara Aagesen, ha hablado en las últimas semanas de “burbuja” con estas infraestructuras. Hace unos días, la ministra afirmó que la nueva planificación de las redes de transporte que saldrá a consulta pública “en las próximas semanas” tendrá como “prioridad” al sector industrial.