Es un reverso feo de la transición energética: todos los años, las palas de los gigantescos molinos de viento de la energía eólica sesgan la vida de millones de criaturas voladoras. Ante esta situación, los parques eólicos van a tener que parar sus aspas cuando se acerquen aves o murciélagos para paliar la escabechina que causan los aerogeneradores. Más de 6 millones de pájaros y cerca de