En una carta enviada a los líderes de la UE, la presidenta de la Comisión Europea celebra el descenso de salidas desde ese país hacia Europa y el incremento de los retornos a terceros países desde Túnes, pero ignora las numerosas denuncias contra las autoridades tunecinas
La venta de migrantes de Túnez a Libia: “Intentas escapar, pero si te levantas, ven que eres fuerte y te vuelven a golpear”
Construir la ‘Europa fortaleza’ para dificultar todo lo posible que las personas migrantes pisen suelo europeo se ha convertido en una de las obsesiones de los dirigentes de la UE a medida que ha crecido la ultraderecha y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha cogido el guante endureciendo al máximo las posiciones migratorias del gobierno comunitario. La alemana ignora las denuncias de vulneraciones de derechos humanos perpetradas contra las personas migrantes por autoridades de terceros países a los que la UE paga para que evite que lleguen al Viejo Continente.
Asi, en una carta enviada a los líderes de los 27 antes del Consejo Europeo que se celebrará este jueves, presume del acuerdo firmado con la dictadura tunecina para controlar la inmigración, a pesar de que se han denunciado abusos, detenciones arbitrarias, venta a países como Libia e incluso maltrato a menores. “La cooperación bajo el Memorandum de Entendimiento con Túnez contribuyó a una bajada del 80% de las salidas irregulares desde las costas tunecinas”, señala la presidenta de la Comisión Europea en la carta sobre el acuerdo que contemplaba el pago de 105 millones de euros a la dictadura del país norteafricano para combatir la inmigración y a los traficantes.
Un informe presentado por La Izquierda en la Eurocámara recopiló una treintena de testimonios de personas capturadas por las autoridades tunecinas, que reciben dinero europeo para el control migratorio, y vendidas en territorio libio con torturas y trato vejatorio. No es el único informe que le ha llegado a la Comisión Europea desde la sociedad civil dado que las denuncias son prácticamente constantes. La propia Defensora del Pueblo de la UE llegó a cuestionar el acuerdo con Túnez por falta de garantías de cumplimiento de los derechos humanos.
Preguntada por esa violación sistemática de derechos fundamentales, la Comisión Europea se limita a decir que “sigue la situación de cerca”. “Las conversaciones con nuestros homólogos tunecinos prosiguen a distintos niveles”, señala un portavoz comunitario, que asegura que esos contactos son tanto en el terreno con la delegación europea en Túnez como desde Bruselas. “El respeto y la protección de los derechos humanos se abordan a través del diálogo con los gobiernos y mediante una ayuda al desarrollo específica, destinada a promover los derechos humanos”, agregan.
“Los derechos humanos forman parte de la Constitución tunecina y constituyen la base de nuestra asociación, tal y como se recoge en nuestro Acuerdo de Asociación. En virtud del Memorando de Entendimiento, la UE y Túnez han acordado cooperar en materia de migración y movilidad sobre la base del respeto de los derechos humanos de los migrantes y los refugiados, de conformidad con las obligaciones derivadas del Derecho internacional”, argumentan en la Comisión Europea, a pesar de las violaciones que están documentadas.
La carta de Von der Leyen enfatiza fundamentalmente el descenso “significativo” de llegadas de migrantes a la UE, que fue del 38% en 2024, fundamentalmente por la caída en la ruta de los Balcanes Occidentales (78%) y en el Mediterráneo Central (59%). Los flujos se han derivado a la ruta canaria, que ha experimentado un incremento del 18% así como en el Mediterráneo oriental (en los corredores entre Libia y Creta han crecido un 14%). La defensa de los acuerdos con países como Túnez o Turquía, así como la colaboración con otros como Libia, se produce, además, cuando se están revisando los denominados terceros países seguros con el objetivo de suavizar los requisitos que se imponen.
Von der Leyen también defiende ante los líderes de los 27 la propuesta que ha puesto sobre la mesa para aumentar las deportaciones de migrantes con un endurecimiento de las condiciones que supone mayor manga ancha para las detenciones bajo la amplia premisa de los riesgos para la seguridad así como sanciones para las personas que no cooperen en el proceso. El texto que aprobó la Comisión Europea también sienta las bases para la creación de centros de deportación fuera de la UE similares a los que la ultraderechista italiana, Giorgia Meloni impulsó en Albania.
“Abrimos la posibilidad a los estados miembro para que establezcan ”hubs de retorno“ en terceros países”, dice Von der Leyen, que lo incluye en el debate sobre “soluciones innovadoras” para luchar contra la inmigración irregular. Una mayoría de países europeos ha apostado por la creación de ese tipo de centros, que el Gobierno de Pedro Sánchez rechaza completamente, aunque es de las pocas excepciones en el continente.