PSOE y Sumar marcan posiciones diferentes en dos iniciativas sobre defensa apenas días después de la ronda de Pedro Sánchez con los grupos
Sumar dice que aumentar el gasto en defensa “no garantiza” la autonomía europea tras la reunión con Sánchez
El giro estratégico que se está gestando en la Unión Europea sobre defensa sigue permeando la política nacional y probablemente lo seguirá haciendo en las próximas semanas. Los planes de rearme europeo tras los amagos de Estados Unidos para desvincularse de su aliado tradicional han aterrizado este martes en el Congreso con dos iniciativas que han hurgado en las diferencias que separan a las dos partes del Gobierno alrededor del gasto militar. Unas grietas que, una vez más, ha intentado explotar el Partido Popular.
El partido de Alberto Núñez Feijóo ha presentado esta tarde una proposición no de ley para “reafirmar el apoyo a Ucrania y fortalecer la relación transatlántica”, con una redacción que dejaba pocas excusas al Partido Socialista para apoyarla y que Sumar ha rechazado aunque sin entrar en el fondo de la cuestión, como una posición política a la que han intentado arrastrar sin éxito a su socio. Acto seguido, el Pleno ha debatido una moción del BNG que entre otras cosas pedía rechazar el aumento del gasto militar y la salida de España de la OTAN y que ha vuelto a enseñar las diferencias entre las dos almas del Gobierno.
Sumar, y especialmente la parte de la coalición que integra el Gobierno, ha hecho esfuerzos desde el primer momento para evitar el choque público con los socialistas por este asunto, como evidencia el comunicado que envió la coalición tras la reunión entre Pedro Sánchez y Yolanda Díaz. Pero esas discrepancias son difíciles de ocultar en debates parlamentarios específicos como el de esta tarde, que se concretarán con sendas votaciones el jueves.
“Señorías, no nos dejaremos arrastrar a una economía de guerra que situaría el gasto militar en los niveles álgidos de la Guerra Fría de los años 1970”, ha reclamado desde la tribuna el portavoz de Sumar en Asuntos Exteriores, Agustín Santos Maraver, que ha interpelado al PSOE para evitar que voten a favor de la proposición del PP. “Lo que ha hecho hoy el señor Sémper es intentar lavar la cara del acuerdo de Valencia con Vox y proponer al PSOE un pacto en temas de seguridad y de defensa que lo que implicaría sería entregar la cabeza del presidente del Gobierno en bandeja de plata al Partido Popular […]. No contarán con nosotros y les llamamos a actuar unidos toda la izquierda progresista de este país.
Minutos después, la diputada socialista Obdulia Taboadela recordaba el compromiso del presidente del Gobierno para llevar hasta el 2% el porcentaje del gasto en Defensa sobre el Producto Interior Bruto (PIB). Y en el segundo punto, el que debatía la moción del BNG, su compañera de partido Esther Peña ha apostado por aumentar el gasto para que la Unión Europea tenga capacidad propia de “disuadir”, financiando capacidades de “inteligencia y ciberseguridad”. “El debate no es OTAN sí u OTAN no mientras Donald Trump nos aboca a defendernos por nuestra cuenta”, ha dicho.
Frente a la estrategia de Sumar de boicotear la iniciativa del PP, los socialistas han trasladado durante el día que votarán a favor de cuatro de los cinco puntos de ese texto, redactados de forma suficientemente amplia como para concitar su voto y exhibir las divisiones del Gobierno. Esos primeros puntos hablan de reafirmar el compromiso de España con Ucrania, defender la implicación de la UE y de Ucrania en las negociaciones de paz sobre el conflicto o cumplir con los “compromisos” adquiridos por España con la OTAN sobre inversión en defensa, esto es, el objetivo de llegar a ese 2% de gasto.
Precisamente el único punto que podía concitar el apoyo de Sumar recibirá el rechazo del PSOE. El último: “Garantizar que cualquier decisión que afecte a la posición de España en relación con la guerra en Ucrania, el vínculo transatlántico o los compromisos con la Atlántica sea debatida y aprobada por mayoría en el Congreso de los Diputados”.
“Por supuesto que todo esto debe ser discutido y aprobado en el Congreso, sede de la soberanía popular o ya hemos cedido esa soberanía en temas de seguridad y defensa”, ha dicho Santos Maraver. “Lo que haya de venir al Congreso vendrá al Congreso”, ha respondido Taboadela, en referencia a un eventual envío de tropas a zonas de conflicto que el Gobierno por el momento no contempla.
La división entre los socios del Ejecutivo puede profundizarse el jueves si ambos votan de forma separada la moción del BNG, que pide expresamente rechazar el gasto y que España salga de la OTAN, también que impulse su disolución. Aunque el grupo plurinacional votará a favor del texto si queda tal y como está, ha registrado tres enmiendas técnicas para adaptarlas más a las posiciones que han defendido estos días. Unas enmiendas que de aprobarse podrían acercar al PSOE a apoyarla aunque el punto sobre la Alianza Atlántica lo complica todo.
El grupo plurinacional ha propuesto una redacción alternativa al punto que pide la salida de la OTAN. “Impulsar un modelo de defensa y de seguridad europea autónomo y compartido, desvinculado de la OTAN, comprometido con la defensa de la paz, la cooperación y la resolución pacífica de conflictos conforme establece la Carta de Naciones Unidas”, expone la propuesta de Sumar, que también enmienda el punto sobre el aumento del gasto militar para explicitar también su rechazo a la reducción para estos fines “de los recursos disponibles que deben ser destinados a políticas sociales o inversiones públicas necesarias”.
El BNG no ha adelantado si acepta o no las enmiendas de Sumar, aunque su intención inicial era que la moción se vote por puntos. Es una forma que tienen los grupos de conseguir pequeñas victorias parlamentarias. El problema es que si los nacionalistas aceptan las enmiendas del grupo plurinacional la moción ya no podrá votarse por puntos, una paradoja de la técnica parlamentaria que añade incertidumbre a la votación del jueves, pero que en cualquier caso no oculta las dificultades que tiene el Gobierno para ponerse de acuerdo en un asunto como este.