El Gobierno descarta ampliar los peajes en autovías al aplicar la directiva europea de gravámenes de infraestructuras

El Consejo de Ministros traspone la directiva que establece los criterios para calcular los gravámenes por el uso de las infraestructuras viarias

El Gobierno ultima con Bruselas descartar los peajes de las autovías a cambio de potenciar el ferrocarril

La puesta en marcha de nuevos peajes o gravámenes por el uso de autopistas e infraestructuras viales se ha convertido en los últimos años en un tema recurrente, a pesar de que el Ejecutivo ha negado en diferentes ocasiones que vayan a ponerse en marcha. Este martes, el Gobierno ha dado un paso más para descartar esta opción.

El Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, ha dado luz verde a un real decreto que traspone la Directiva europea por la que se establecen los criterios para calcular los gravámenes y bonificaciones por el uso de las infraestructuras viarias. Esta transposición “en ningún caso, implica la implantación de nuevos peajes en la red de carreteras del Estado”, indica el Ministerio encabezado por Óscar Puente. 

A través de este real decreto, se descarta “cualquier posibilidad de tomar medidas encaminadas a ampliar o modificar el pago por uso en las autopistas, autovías o carreteras convencionales”, indica el Ministerio. También matiza que la aprobación de este texto no implica la creación de nuevos peajes, la introducción de un sistema de tarificación distinto al vigente actualmente o tarificar algún tipo de vehículo o el uso de nuevas infraestructuras.

Poner fin a las prórrogas a los peajes

De esta forma, el texto aprobado por el Consejo de Ministros no va a alterar la política de acabar con las prórrogas de los peajes al fin de su concesión y de descuentos que se están aplicando desde 2018 y que han supuesto un ahorro estimado en 1.400 millones de euros. Según indica Transportes, desde ese año, cuatro de cada 10 kilómetros de las autopistas del Estado han pasado a ser gratuitos. 

En cuanto a qué supone la Directiva que se traspone, esta abre la puerta a cambios en el método de cálculo de los peajes, así como la posibilidad de internalizar los costes de congestión y los externos por emisiones de CO2. Sin embargo, según indica Transportes, en las concesiones de autopistas de peaje ya existentes, no se realizarán cambios, ya que para estas no son de aplicación los criterios ambientales. En el caso de hipotéticas nuevas concesiones, en la licitación del contrato sí que se deben establecer estos criterios, de acuerdo con lo que establece la Directiva, matiza el Ministerio.

Además, la Directiva establece la obligación de eliminar, de forma paulatina y con excepciones, el sistema de viñeta para los vehículos pesados. La fecha tope es 2030 y no se contempla su eliminación para vehículos ligeros, según indica Transportes. En el caso de España, el impacto de la regulación de las viñetas es nulo, porque no está implantado este gravamen en nuestras carreteras.