Escritos de autores romanos como Cicerón ya mencionaban la práctica de ungir estatuas con aceites perfumados
El hallazgo que cuestiona la antigüedad del famoso monumento megalítico de Stonehenge
Durante siglos, se creyó que las esculturas de la antigua Grecia y Roma eran de mármol blanco. Sin embargo, estudios han demostrado que muchas estaban pintadas con colores vivos. Análisis de pigmentos y tecnología 3D han revelado restos de pintura en piezas como la Kore de Frasiclea. Exposiciones como Chroma: El color de las esculturas clásicas han desmentido la idea de que eran completamente blancas. Ahora, un estudio de la arqueóloga y conservadora del museo Glyptotek de Copenhague, Cecilie Brons, ha revelado que, además de estar pintadas, algunas esculturas también estaban perfumadas.
La Kore de Frasiclea es una estatua funeraria griega arcaica del artista Aristión de Paros
Perfumes y aceites en el arte antiguo
Según la investigación de Brons, publicada en el Oxford Journal of Archaeology, la práctica de perfumar esculturas no era un simple adorno, sino una parte fundamental de la experiencia sensorial en los templos y espacios sagrados. “Una estatua de mármol blanco no estaba destinada a ser percibida como una estatua de piedra. Se suponía que debía parecerse a un dios o diosa real”, explicó la investigadora al medio danés Videnskab. Este hallazgo cambia la manera en que entendemos el arte clásico, alejándolo de la frialdad pétrea y acercándolo a una dimensión más inmersiva.
Evidencias en textos antiguos
El descubrimiento de Brons no se basa solo en el análisis físico de las esculturas, sino también en la revisión de textos antiguos. Escritos de autores romanos como Cicerón ya mencionaban la práctica de ungir estatuas con aceites perfumados. En la ciudad siciliana de Segesta, por ejemplo, se describe cómo una estatua de Artemisa, diosa de la caza y la naturaleza, era tratada con ungüentos y esencias fragantes. Asimismo, inscripciones en templos de la isla de Delos, en Grecia, revelan que algunas estatuas eran frotadas con perfume de rosas, lo que sugiere que esta práctica estaba institucionalizada en determinados rituales religiosos.
La Nike o Victoria de Delos es una antigua estatua griega esculpida en mármol que fue encontrada en la isla que le da nombre en el año 1877
El caso de Delos resulta particularmente revelador. En esta isla, considerada un centro religioso y comercial de la antigüedad, se han encontrado inscripciones que indican que las estatuas de culto eran periódicamente impregnadas con fragancias. Además, excavaciones arqueológicas han identificado talleres de perfumería en la zona, lo que refuerza la idea de que las fragancias utilizadas en estos rituales eran producidas localmente y formaban parte del mantenimiento ceremonial de las esculturas.
Una experiencia multisensorial
El estudio subraya que la relación con las esculturas antiguas iba más allá de lo visual. “Admirar una estatua en la antigüedad no era solo una experiencia visual, sino también olfativa”, concluyó Brons en su investigación. Esto sugiere que los antiguos griegos y romanos concebían el arte de una manera mucho más sensorial de lo que se pensaba, incorporando colores, aromas e incluso rituales táctiles para acercarse a sus divinidades.
La Terraza de los Leones era un antiguo terraplén adornado con estatuas de leones en la isla de Delos
Aunque el estudio no detalla la técnica exacta utilizada para perfumar las esculturas, es posible que los aceites fueran aplicados periódicamente por sacerdotes o devotos. También podrían haber existido rituales específicos de mantenimiento, en los cuales la fragancia se reponía como parte de una ceremonia de veneración. En Delos, por ejemplo, se ha documentado que algunas estatuas eran tratadas con perfume de rosas como parte de las prácticas de culto.
Implicaciones para la conservación del patrimonio
El descubrimiento plantea preguntas sobre la conservación de las esculturas antiguas. Si bien la mayoría de los rastros de pigmentos en estatuas han desaparecido con el tiempo, la presencia de perfumes abre una nueva línea de investigación. ¿Podría la química moderna detectar restos de aceites esenciales en piezas arqueológicas? ¿Cómo influye este hallazgo en la forma en que los museos restauran y exhiben estas obras? La existencia de talleres de perfumería en lugares como Delos sugiere que estos compuestos podrían haber estado más extendidos de lo que se creía.