La última conversación telefónica entre ambos líderes tuvo lugar el 12 de febrero
Trump y Putin abordan las condiciones para negociar el fin de la guerra en Ucrania
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladímir Putin, están hablando por teléfono este martes. “La llamada está yendo bien, y aún está teniendo lugar”, ha explicado Dan Scavino, jefe adjunto de personal de la Casa Blanca.
La esperada conversación telefónica, otra muestra del deshielo de las relaciones entre Moscú y Washington, se produce días después de que Putin pusiera sus propias condiciones al alto el fuego temporal al que Kiev accedió hace una semana, retrasando el avance hacia un cese de las hostilidades tres años después del comienzo de la invasión.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, había anunciado que se esperaba que la llamada tuviera lugar entre las 16 y las 18 horas en Moscú (las 14 y las 16 en España). “Hay muchos temas relacionados con la normalización de nuestras relaciones y la cuestión ucraniana, y ambos presidentes los abordarán”, había avanzado Peskov.
Según ha informado Bloomberg este martes citando fuentes familiarizadas, Putin está exigiendo una suspensión de todos los envíos de armas a Ucrania durante el alto el fuego propuesto por Trump, un requisito previo que ya deslizó la semana pasada en una rueda de prensa. Tras una jornada de negociaciones en Arabia Saudí, Estados Unidos y Ucrania anunciaron la tregua junto al levantamiento de la suspensión del suministro de armas y el intercambio de inteligencia impuesta durante aproximadamente una semana por Washington para presionar a Kiev para que se sentara a negociar.
El presidente ruso, que no ha abandonado públicamente sus posiciones maximalistas, parece estar intentando aprovechar la ocasión para arrancar concesiones de cara a unas eventuales negociaciones que pongan fin a la guerra que él mismo comenzó. Y Trump ya está insinuando qué aspectos pueden conformar un plan de paz. “Se han acordado muchos elementos de un acuerdo final, pero aún queda mucho por hacer”, dijo este lunes en su red Truth Social.
A bordo del Air Force One, el presidente de EEUU afirmó que esperaba abordar con Putin cuestiones territoriales y el destino de las centrales eléctricas ucranianas, en una apartente alusión a la planta nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, ocupada por Rusia desde el inicio de la invasión. Trump señaló que ya se había hablado de la “división de ciertos activos”. La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, afirmó que la central en cuestión se encuentra “en la frontera” entre Ucrania y Rusia, en lugar de decir que se sitúa en la línea de contacto.
“Queremos ver si podemos poner fin a esa guerra. Quizás podamos. Quizás no, pero creo que tenemos una muy buena oportunidad”, dijo el mandatario republicano. Según adelantó el medio Semafor, Trump incluso sopesa ofrecer el reconocimiento por parte de EEUU de la soberanía rusa sobre la península de Crimea —anexionada en 2014—.
Ucrania –de la que Trump ha dicho previamente que era más difícil trabajar con ella– hizo una concesión al aceptar la tregua de 30 días por tierra, mar y aire propuesta por Estados Unidos en Arabia Saudí. Volodímir Zelenski ha afirmado reiteradamente que la soberanía de su país no es negociable y que nunca reconocerá ningún territorio ocupado como ruso. Moscú ocupa en torno a un 20% de Ucrania.
Zelenski, al que Trump ha acusado de no tener voluntad de acabar con la guerra, está aprovechando la dilación rusa para señalar que es Putin quien no está interesado en entablar negociaciones y ha pedido aumentar la presión sobre Moscú. Este lunes, sostuvo que la puesta en marcha de la propuesta de tregua “podría haber comenzado hace mucho tiempo”. “Cada día en tiempos de guerra es una cuestión de vidas humanas”, dijo en X. “Está claro para todo el mundo que es Putin quien sigue alargando esta guerra”.
La última conversación telefónica entre Putin y Trump tuvo lugar el 12 de febrero. El presidente de EEUU ha emprendido un giro en la política sobre la guerra de Ucrania, incrementando sustancialmente la presión sobre Kiev –con una bronca televisada en el Despacho Oval incluida– a medida que se aproxima a Moscú y rompe el aislamiento de Putin por parte de Occidente.
Hay otras señales de los esfuerzos de Trump por facilitar un acuerdo con Putin. Estados Unidos comunicó este lunes su salida del Centro Internacional para el Enjuiciamiento del Crimen de Agresión a Ucrania (ICPA), encargado de investigar y recopilar pruebas de la invasión rusa que implican a altos cargos militares y políticos de esta nacionalidad para facilitar un juicio en el futuro.