El profesorado está preocupado por el efecto que las familias ausentes tiene en sus hijos. Y no solo aplica a los padres y madres que trabajan mucho, explican varios docentes; los progenitores presentes también puede estar ausentes. “Una problemática que está empezando a surgir es que las familias no hacen nada, están ausentes. Tú [el o la docente] eres todo, lo que el niño o la niña recibe lo recibe en el centro, luego en casa no tiene ningún tipo de apoyo. Ausencia de todo, de material, de interés. Yo he tenido estudiantes que vienen sin mochila, sin bocata”, explica un educador. La ausencia emocional pesa tanto como la física.