El comisario de Comercio ha viajado por segunda vez a Washington para intentar acercar posturas con el equipo de Donald Trump y confía en una «solución negociada» mientras avanza en la protección del mercado interior de la UE ante las amenazas de EEUU
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La Comisión Europea sigue intentando acercar posiciones con la Administración Trump a pesar de las constantes provocaciones del presidente de EEUU. Evitar una guerra comercial con consecuencias dañinas para la economía europea (y la de ese país) es el principal objetivo de la UE, que ha prometido, no obstante, responder de forma proporcionada a los aranceles que imponga Washington. La realidad es que aún “queda trabajo” por delante, según admiten fuentes comunitarias, tras un segundo encuentro del comisario de Comercio y Seguridad Económica, Maros Sefcovic, con el Gobierno de EEUU, aunque Bruselas aspira a una “solución negociada”.
Sefcovic ha viajado Washington por segunda vez en poco más de un mes para tratar de suavizar la postura de Trump, que pretende imponer un arancel del 25% al aluminio y al acero de la UE y responder con lo que denomina “aranceles recíprocos” a impuestos que existen en la UE -también para los consumidores europeos- como el IVA. Tras su primer encuentro, el comisario eslovaco abrió la puerta a reducir las tasas a los vehículos importados a ese país, que es del 10% frente al 2,5% que impone EEUU a los europeos.
“El trabajo está lejos de haber terminado y continúa por las dos vías: nos estamos comprometiendo constructivamente con la administración estadounidense; nos estamos preparando para proteger nuestro mercado único si es necesario”, señalan fuentes comunitarias tras la reunión que Sefcovic ha mantenido con el Secretario de Comercio, Howard Lutnick, el asesor económico de Trump Kevin Hassett, y el embajador Jamieson Greer. “Comprendemos mejor lo que pretende conseguir la administración estadounidense. De hecho, compartimos algunos de los objetivos, ya que la UE también pretende reforzar su base industrial”, apostillan.
La reunión se ha producido después de que Bruselas decidiera posponer unos días la entrada en vigor de una parte de los aranceles con los que iba a responder a las tasas al aluminio y el acero. En una primera respuesta, la Comisión Europea planteó reactivar el 1 de abril los impuestos que estaban suspendidos correspondientes al conflicto que se produjo en 2018 y que incluían productos como los vaqueros Levi’s, el whisky Bourbon o las motos Harley Davison, entre otros, por un valor de 8.000 millones de euros. Y un segundo paquete, con el que llegar a los 26.000 millones que supone el castigo de Washington, que entrarían en vigor el 12 de abril. La propuesta ahora es que todos entren en vigor en esa fecha para dar margen a la negociación.
Y, por un lado, está la negociación con Washington. “Nuestro escenario preferido es evitar sufrimientos innecesarios, alcanzando una solución negociada a las preocupaciones de EEUU velando al mismo tiempo por los intereses de la UE”, señalan fuentes comunitarias tras el encuentro.
Pero, por otro lado, la intención de la Comisión Europea es tener margen de maniobra en el seno de los 27 para analizar el listado completo de productos a los que se impone aranceles tras la respuesta airada de Trump, que amenazó con gravar un 200% el vino, el champán y los licores europeos si se mantiene la tasa al whisky americano. Francia, por ejemplo, quiere eliminar ese producto de la lista.