El informe asegura que manejaba la información pública de las «instituciones competentes» y cita los «avisos» de la Aemet y de la propia Agencia Valenciana de Seguridad y Emergencias de la Generalitat
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Para tomar la acertada decisión de suspender las clases por la DANA del pasado 29 de octubre, la Universitat de València (UV) “no dispuso de más información de la que podría disponer cualquier institución que se mantuviese atenta a los avisos de los organismos públicos”. Así lo indica Justo Herrera, coordinador del Comité de Emergencias de la UV y vicerector de Economía e Infraestructuras en un informe remitido por la institución académica a la jueza instructora de la causa de la DANA.
La magistrada, que ya tiene en sus manos el informe, busca comparar la actuación de la universidad con la gestión del departamento de Emergencias de la Generalitat Valenciana, cuya titular el día de la DANA, la entonces consellera Salomé Pradas, figura como investigada en la causa junto con su número dos, el secretario autonómico Emilio Argüeso.
El informe, al que ha tenido acceso elDiario.es, supone un duro golpe para el Consell. La UV asegura que manejaba la información pública que generaban las “instituciones competentes en las materias objeto de la emergencia” y cita explícitamente los “avisos” de la Aemet y de la propia Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias de la Generalitat Valenciana. “No dispuso de más información que esa”, apostilla.
La víspera de la DANA
La UV ya estuvo atenta a las alertas de la Aemet y de la Generalitat desde el domingo 27 de octubre. Al día siguiente, “consultadas desde primeras horas de la mañana las previsiones”, se activó a las 10.25 el Comité de Emergencias, el organismo formado por representantes del equipo de gobierno de la universidad, de la gerencia, de los centros y de servicios, seleccionados por “su responsabilidad y conocimiento de las áreas funcionales importantes para la implementacion de las medidas que se deben tomar” ante un peligro potencialmente catastrófico.
“Con la activación del Comité de Emergencias de la Universitat de València” explica el informe, “sus componentes se mantienen atentos a la evolución de la situación meteorológica para compartir la información que se genere al respecto y valorar la procedencia de activar, en su caso, algún nivel de emergencia”.
A las 11.28 del 28 de octubre, víspera de la DANA, el Comité de Emergencias valoró la propuesta de declaración de nivel 1 (para evitar desplazamientos y el uso de los servicios de transportes). Todo ello, “ante las previsiones que se habían hecho ya públicas por la Aemet y el servicio de Emergencias de la Comunitat Valenciana de precipitaciones intensas, extensas y generalizadas, sobre todo a partir del martes [29 de octubre] y el miércoles [30]”.
Sin embargo, pocas horas más tarde, el Comité de Emergencias de la institución académica ya valoró decretar el nivel 2 de emergencia, que supone la suspensión de la actividad docente. El organismo se inquietó tras la publicación (a las 13.23) de un aviso especial en la cuenta de la red social X de Emergencias de la Generalitat que alertaba de lluvias y aconsejaba “retirar vehículos de zonas inundables” y “alejarse de las veras de ríos y barrancos”.
A las 17.36, reseña el informe, también se había decretado la “situación de riesgo naranja” para Ontinyent, localidad que alberga uno de los campus de la UV. A las 19.28 se tuvo conocimiento en el Comité de Emergencias de que la página web del Ayuntamiento de Sagunt informaba de la suspensión de las clases en los centros de enseñanza de la ciudad.
“Y se comparte la información de que Aemet activaba para el martes 29 la alerta naranja para prácticamente toda la provincia de Valencia por lluvias intensas (que podrían ser incluso torrenciales) acompañadas de tormentas, granizo y fuertes rachas de viento, información de la que se hacen eco también varios medios de comunicación”, remacha el informe remitido a la jueza instructora.
Ante ese delicado panorama, a las 19.49, la Universitat de València propuso establecer el nivel 2 de emergencias, “que es declarado por la rectora [Mavi Mestre], y se inicia el proceso de información a la comunidad universitaria”.
Así, el Comité de Emergencias procede a informar a los coordinadores de la representación de estudiantes, a los decanos de las facultades y a los directores de escuelas universitarias, “a través de medios sociales y web”. También se informó a los medios de comunicación, “que empiezan a difundir la información”.
El día de la DANA
El Comité de Emergencias de la UV empezó a seguir a las 08.07 del 29 de octubre la “cobertura televisiva y radiofónica” de la suspensión de las clases. “A las 08.16 y a las 08.17 se informa de la situación (sin daños especialmente significativos en los campus del área metropolitana de Valencia, y se informa, también, de la situación de nivel naranja de alerta en Ontinyent, Burjassot y Valencia, y rojo en Aras de los Olmos (donde la UV también dispone de instalaciones)”, reza el informe.
Un minuto después, a las 08.18, se informa al comité universitario de la decisión del rectorado de suspender las actividades deportivas al aire libre, contemplado en el nivel 2 de emergencias.
“A las 10.30 se comparte información sobre las páginas web de Aemet y de 112GVA, en las que se acababa de pasar a nivel rojo prácticamente a toda la provincia de Valencia”, agrega la cronología del informe.
Finalmente, a las 11.19, el Comité de Emergencias decide proponer a la rectora, Mavi Mestre, el establecimiento del nivel 3 de emergencias en el seno de la institución académica. “Fue declarado por la rectora a continuación, iniciándose la información a medios de comunicación, publicación del contenido en medios sociales y difusión a la comunidad universitaria a través de correo electrónico, web y aplicación para dispositivos móviles de la UV”, reza el informe.
Con el nivel 3 de emergencia, la UV suspendió “toda su actividad universitaria presencial” (docente, administrativa, investigadora, cultural y deportiva), “con la excepción de las tareas de apoyo a funciones básicas y de mantenimiento de las instalaciones críticas”, apostilla el coordinador del Comité de Emergencias de la universidad pública.
El contraste con la actuación de Mazón
El president Carlos Mazón, por su parte, compareció a las 11.47 ante los medios de comunicación y aseguró que no había “ninguna alerta hidrológica” del río Magro, a pesar de que su propio departamento de Emergencias la había activado apenas dos minutos antes.
En aquella polémica comparecencia (cuyo video fue borrado de la cuenta de X del jefe del Consell), Mazón afirmó: “Según la previsión, el temporal se desplaza hacia la Serranía de Cuenca en estos momentos, por lo que se espera que, en torno, a las 18 horas, disminuya su intensidad en todo el resto de la Comunitat Valenciana”.
El presidente de la Generalitat Valenciana criticó, según testigos presenciales, la decisión de la UV de suspender las clases durante la reunión que mantuvo antes de irse a una larga y cuestionada comida en el restaurante El Ventorro.
A pesar de que el portavoz socialista en las Corts Valencianes, José Muñoz, ya pedía al mediodía del 29 de octubre que se convocara la reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi), éste no se puso en marcha por parte de la entonces consellera Salomé Pradas hasta las 17.00.
La alerta masiva a los móviles fue enviada a las 20.11, mucho después del desbordamiento del barranco del Poyo y cuando ya se habían producido los fallecimientos.
A las 21.30, el president Mazón compareció ante los medios de comunicación para pedir a la población que se refugiara en altura, unos tardíos consejos que la jueza de la DANA tildó de “completamente inútiles”.