Un sacerdote de la localidad madrileña de ha sido condenado a diez años de cárcel durante años de dos monaguillos menores de edad. Los jueces de la Audiencia Provincial explican que el pedófilo aprovechaba para abusar de sus víctimas semanalmente cuando se quedaba a solas con los jóvenes en la sacristía de la parroquia Santiago Apóstol del municipio. Su condena, que todavía es recurrible, también le impide ejercer cualquier trabajo relacionado con menores de edad durante dos décadas.