La Confederación General de Trabajo (CGT) ha apoyado a ambas trabajadoras, que sufrieron dos episodios de acoso a finales del pasado enero
“Tengo mucha impotencia, siento que el hospital no ha tomado ninguna medida para protegerme, al final tengo que ver a mi acosador todos los días”. Así se expresa, angustiada, Victoria (nombre ficticio) en conversación con elDiario.es Región de Murcia. Trabajadora de la limpieza en el Hospital General Universitario Reina Sofía de la capital murciana, es una de las dos mujeres que han denunciado recientemente casos de acoso sexual en este centro sanitario. Los hechos tuvieron lugar el pasado enero.
“Me encaminaba a limpiar los vestuarios masculinos como en una jornada laboral cualquiera, avisando previamente por si alguien se encontraba dentro”, relata. Al no contestar a sus preguntas de si había alguien en el interior, como marca el protocolo de acceso a los aseos para su limpieza, “entré en la sala, comencé la tarea por el lado derecho como siempre y al girar la fila de taquillas para llegar al lado izquierdo me encontré a un trabajador del personal administrativo completamente desnudo, estaba apoyado en una taquilla y con el pene erecto, frotándose las manos”. Más allá de sorprenderle o modificar su actitud, el hombre le mantuvo la mirada fija a la limpiadora. “Me miraba de manera desafiante, violenta. Me fui de allí rápidamente”, cuenta todavía estupefacta. No es la primera vez que le ocurre algo similar con el mismo trabajador.
Victoria no es la única afectada. Según explica, un día después de su encontronazo en los vestuarios una compañera se vio en la misma situación, esta vez en los aseos masculinos del salón de actos, “observada por ese mismo trabajador, al entrar al aseo le vio frente a la puerta, masturbándose, el hombre se le quedó mirando fijamente sin dejar de tocarse y la compañera salió corriendo”.
Medidas insuficientes
Estos hechos fueron denunciados a la dirección del hospital el día 12 de marzo, mediante la solicitud de apertura del Protocolo de prevención de acoso sexual. Sin embargo, el centro -según el testimonio de Victoria- hasta el momento no ha tomado medida alguna, por lo menos que ellas conozcan. Por su parte, la empresa que gestiona el servicio de limpieza, también conocedora de lo ocurrido, se limitó a cambiar el horario de turno del vestuario masculino, asegurándose de que la tarea siempre quedase adjudicada a un hombre. Además, “han instalado un timbre en el acceso al mismo vestuario para asegurarse de que todo el que se encuentre dentro sea notificado de la llegada de los limpiadores”.
La Confederación General del Trabajo (CGT) ha hecho públicas las quejas de estas dos empleadas y han calificado de “insuficientes” las medidas aplicadas por el momento por la dirección del hospital: “Las denunciantes se siguen cruzando prácticamente a diario con este hombre, y es algo que no se puede permitir después de lo ocurrido”.
Para el secretario general de la CGT, Julián Cuevas, “queda claro que no es un hecho puntual”, y no comprende la “inacción” del Reina Sofía ante estos sucesos. El trabajador pertenece al área administrativa, y no tiene ninguna taquilla asignada, “lo cual deja muy claro que estaba buscando el encuentro en el primer caso, y aun con todo, el hospital no ha tomado medidas con el trabajador que sigue ejerciendo en el centro”, argumentan desde la CGT.
La versión de la Gerencia del Área VII -a la que pertenece el Hospital- difiere de la aportada por el sindicato, al informar de que “desde que se tuvo conocimiento de los hechos, se aplicaron medidas de forma inmediata y sí que se activó el Protocolo de actuación para la prevención del acoso sexual y del acoso por razón de sexo”.
Según el procedimiento, detallan las mismas fuentes, procede iniciar las pesquisas sobre los hechos denunciados, con audiencia a todas las partes, denunciantes, denunciado, testigos, etc. “Y de esta investigación -continúan- se derivarán las actuaciones pertinentes, ya sean de naturaleza cautelar o el inicio de actuaciones disciplinarias”.
Y añaden desde el centro hospitalario que “dichas actuaciones deben realizarse con la serenidad y el tiempo preciso para una correcta investigación que garantice los derechos de todas las partes, entre ellos la confidencialidad”.
Indecisión y lentitud
No fue hasta el pasado 21 de marzo cuando desde Prevención de Riesgos se pusieron en contacto con las dos limpiadoras afectadas. Y este miércoles les han comunicado que finalmente es el Área de Igualdad el órgano responsable de llevar a cabo las investigaciones pertinentes, en las que las trabajadoras serán citadas para una entrevista.
Aun así, desde la CGT consideran que se ha tardado mucho en reaccionar: “Han pasado 15 días desde la solicitud de apertura de dicho protocolo y las trabajadoras no han recibido ninguna información más que el nombre del área que será la encargada de llevar a cabo el proceso, ni siquiera les han confirmado una fecha para reunirse con ellas. A las trabajadoras no se les ha dado importancia ni se les ha escuchado”, consideran.