El castillo más antiguo de España está en Andalucía y tiene más de 1.000 años

Una fortaleza milenaria en la provincia de Jaén, que ha resistido siglos de historia y transformaciones, preservando su legado cultural y arquitectónico único en el sur de la península

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En la pintoresca localidad de Baños de la Encina, en la provincia de Jaén, se erige una fortaleza que encierra siglos de historia y cultura: el Castillo de Burgalimar. Este emblemático monumento es considerado uno de los castillos más antiguos y mejor conservados de España.

Con más de 1.050 años de antigüedad, su construcción se remonta al 968, cuando fue levantado bajo las órdenes del califa Alhakén II, en pleno apogeo del Califato de Córdoba. Gracias a su conservación, esta fortaleza ha resistido el paso de los siglos y sigue siendo un testigo de la evolución histórica y arquitectónica de la región andaluza. Hoy en día, el Castillo de Burgalimar no solo es un lugar de interés turístico, sino también un emblema del patrimonio cultural de España.

El Castillo de Burgalimar, además de su antigüedad, destaca por su estructura y el papel crucial que desempeñó a lo largo de la historia. Con una ubicación estratégica en la entrada del valle del Guadalquivir, la fortaleza ha sido testigo de numerosas batallas y cambios de dominio entre musulmanes y cristianos.

Su influencia en la región es indiscutible, ya que fue utilizado tanto como fortaleza defensiva como residencia de poderosas figuras históricas. A lo largo de los siglos, el castillo ha sido modificado y ampliado en varias ocasiones, adaptándose a las distintas épocas y estilos arquitectónicos. 

Actualmente, es una de las principales atracciones turísticas de Jaén, recibiendo anualmente a miles de visitantes que desean conocer más sobre la historia de esta histórica construcción.

Un monumento milenario

La construcción del Castillo de Burgalimar comenzó en el año 968, bajo el mandato del califa Alhakén II. Esta fortaleza califal fue diseñada para ser una estructura defensiva de gran envergadura, con muros de tapial que reflejan la avanzada tecnología constructiva de la época. La fortaleza tiene una planta elíptica, con una superficie de aproximadamente 2.700 metros cuadrados.

Destacan sus catorce torres de planta cuadrada, alineadas de manera uniforme a lo largo del perímetro del castillo. Una de las características más destacadas es su puerta principal, que cuenta con un arco de herradura, típico de la arquitectura islámica, sobre el cual se puede encontrar una inscripción que conmemora su construcción.


Castillo de Burgalimar.

Un castillo de relevancia histórica y cultural

A lo largo de los siglos, el Castillo de Burgalimar desempeñó un papel crucial en las luchas entre musulmanes y cristianos por el control de la región. Construido en 968 por orden del califa Alhakén II, la fortaleza fue testigo de intensos enfrentamientos durante la Edad Media.

Su ubicación estratégica en la entrada del valle del Guadalquivir lo convertía en un punto clave para controlar el paso entre las provincias de Jaén y Córdoba. Tras la reconquista cristiana, el castillo continuó siendo un bastión de importancia hasta principios de la Edad Moderna.

Durante los siglos XV y XVI, se llevaron a cabo diversas ampliaciones y modificaciones en la estructura, destacando la construcción de la Torre del Homenaje, un elemento típico de las fortificaciones medievales que servía tanto como defensa como residencia para los nobles que ocupaban el castillo. Estos cambios fueron reflejo de la evolución de las necesidades defensivas y residenciales a lo largo de los siglos.

A pesar de perder su función militar a finales del siglo XIX, el Castillo de Burgalimar fue restaurado y abierto al público en el siglo XX. Hoy en día, es uno de los principales atractivos turísticos de la provincia de Jaén, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de adentrarse en la historia medieval de España.

La restauración ha permitido preservar elementos arquitectónicos fundamentales, como sus 14 torres y la puerta de acceso principal, y ha hecho posible que el castillo sea un lugar de aprendizaje y disfrute, donde los turistas pueden explorar sus vestigios arqueológicos, conocer más sobre su historia y admirar las vistas panorámicas que ofrece sobre los paisajes andaluces.