Cocina y baño son dos de los lugares donde más accidentes domésticos se producen en forma de quemaduras y cortes o caídas, la mayoría de ellos prevenibles
Varices, no son solo un problema estético: por qué debes prestarles atención
Cuando pensamos en accidentes solemos hacerlo en daños que ocurren fuera de nuestro hogar. Pero quizás nos sorprenda saber que casi 20 millones de personas sufren, cada año, lesiones por accidentes domésticos y de ocio en la Unión Europea, lo que supone al menos el 52% de los 38 millones de lesiones que se atienden cada año en los servicios de urgencias de los hospitales.
Hablamos sobre todo de caídas, golpes, cortes, quemaduras, intoxicaciones y asfixia, por este orden, como los accidentes más comunes en el hogar, según información de la Cruz Roja. Si bien ocurren en personas de todas las edades, este tipo de accidentes se dan especialmente en los niños, las mujeres y las personas mayores, para quienes las consecuencias suelen ser más graves. La buena noticia es que muchos de los accidentes domésticos se pueden prevenir. Siempre, en todos los casos, es mejor evitarlos que tener que decidir qué hacer cuando ocurren, como cuando sufrimos una quemadura leve.
La mejor manera de prevenir accidentes o lesiones en casa es asegurarnos de tomar las precauciones de seguridad adecuadas. Se trata sobre todo de adaptar nuestro entorno y de realizar cambios sencillos de ciertos hábitos para limitar los factores de riesgo. Hay soluciones sencillas que podemos llevar a la práctica.
Prevenir caídas y golpes
Si partimos de la base de que la mayoría de las caídas ocurren en el ámbito doméstico, es primordial saber cómo podemos prevenirlas. Para hacer de nuestro hogar un entorno más seguro contra caídas, no solo basta con usar calzado adecuado, es decir, atado y bien sujeto y con una suela de goma, sino que además tendremos que tener en cuenta estos pasos:
No caminar por suelos resbaladizos o encerados, lo que nos obliga a limpiar posibles derrames de líquido o grasa inmediatamente.
Evitar las alfombras y otros elementos como cables eléctricos sueltos porque pueden hacernos tropezar.
Evitar dejar objetos que obstaculicen el paso.
Tener los objetos a mano y evitar subirnos en una silla o taburete para alcanzar alguna estantería que nos quede demasiado alta.
Poner alguna alfombra en el suelo del baño para no resbalar al salir de la ducha.
En algunos casos puede ser necesario usar algún tipo de soporte, como bastones o andadores, así como instalar pasamanos y soportes en el baño, para entrar en la ducha o la bañera (aunque siempre es mejor un plato de ducha). También la iluminación es un punto fuerte, ya que, sin llegar a deslumbrar, si tenemos la casa bien iluminada nos ayudará a no tropezar con pequeños objetos.
Prevenir cortes y heridas
Para quienes cocinan en casa, un cuchillo es quizás el utensilio más importante de la cocina, y es también el que más cortes accidentales puede provocar. Aprender a usarlos correctamente es la forma más fácil de evitar cortarnos. Y, aunque pueda parecer contradictorio, mantener los cuchillos afilados (aquí te explicamos cómo puedes hacerlo) es una de las mejores maneras de evitar cortarnos porque un cuchillo sin filo nos puede resbalar, o requerir más fuerza al cortar, y ambas situaciones se convierten en una vía rápida para cortarnos.
Además de estas dos consideraciones, es importante seguir otros consejos más:
Guardar los cuchillos de forma segura, con la hoja protegida, no sueltos en un cajón.
No caminar con el cuchillo en la mano y apuntando hacia afuera.
Evitar dejar el cuchillo en el fregadero, con otros utensilios, ya que si no lo vemos, el riesgo de lesionarnos aumenta si ponemos la mano para coger algún plato.
Nunca cortar hacia uno mismo.
Usar el cuchillo apropiado para cada trabajo.
A la hora de limpiarlo, hacerlo con la hoja orientada en dirección opuesta a nosotros.
Además de los cuchillos, es importante no subestimar otros objetos que podemos tener en la cocina, como los abrelatas, ya sean manuales o eléctricos, ya que con su borde metálico afilado también pueden causar cortes. Las mandolinas, esas herramientas diseñadas para ofrecer velocidad y precisión, también son ‘eficaces’ para hacer un corte en la yema de los dedos. A la hora de usarlas, es importante tener a mano el protector o una malla metálica.
Como medida general, si en la casa hay niños, es importante que protejamos todas las esquinas de mesas y muebles para evitar golpes.
Prevenir quemaduras
También a la hora de evitar quemaduras en casa existen algunas precauciones básicas que podemos tomar. Continuando en la cocina, las ollas y sartenes calientes pueden causar quemaduras superficiales, incluso el vapor nos puede quemar. Muchas veces, son las manijas de las ollas las que queman, por lo que evitar dañarnos pasa por usar siempre un agarrador o manopla. Es importante además que prestemos atención a la posición de las manijas para evitar dejarlas sobresaliendo o en contacto con otros recipientes calientes.
Es común también que se produzcan quemaduras mientras cocinamos, sobre todo si freímos los alimentos. Ante todo, no debemos dejar caer la comida en el aceite desde muy lejos porque provocará salpicaduras que pueden quemarnos la piel. Sí tendremos que introducir los alimentos con cuidado, lo más cerca posible del aceite.
El horno también puede provocarnos quemaduras con facilidad, por lo que resulta clave tener cuidado con nuestros antebrazos a la hora de introducir o sacar objetos, ya que la puerta y los bordes estarán muy calientes.
Si salimos de la cocina, las medidas preventivas contra quemaduras pasan por:
Mantener lejos cortinas o alfombras de estufas o calefactores.
Regular la temperatura del agua antes de ducharnos.
Mantener mecheros o cerillas fuera del alcance de los niños.
Prevenir intoxicaciones
La exposición accidental a medicamentos y sustancias químicas es otra de las principales causas de accidentes en el hogar. Por este motivo, puede ser una buena idea tener a mano el número de teléfono del 112. Pero antes de llegar aquí, podemos prevenir este tipo de accidentes de la mano de la prevención:
Mantener bajo llave y fuera del alcance de los niños los productos tóxicos, como los de limpieza o botes de pintura, así como los medicamentos y bebidas alcohólicas.
Dejar estos productos en su envase original. Ponerlos en otras botellas o recipientes puede ser arriesgado y una fuente de confusión, lo que puede provocar una intoxicación accidental.
No mezclar productos químicos: hacerlo puede dar como resultado combinaciones peligrosas, como la mezcla de lejía y amoníaco.
A la hora de manipular productos como detergentes o de limpieza también es importante que leamos bien la etiqueta y sepamos identificar bien qué significa cada símbolo (esta información del Ministerio de Sanidad explica de forma clara qué significa cada uno de ellos).
Pero hay más objetos en nuestra casa que pueden provocar intoxicaciones sobre todo entre los niños, como medicamentos, pilas de botón, pastillas para lavavajillas, desinfectantes de manos o cosméticos y productos de cuidado personal.