Alejandro Fernández reclama a Feijóo “autonomía política” para hacer un “proyecto ganador” del PP en Catalunya

La dirección nacional le planta en la presentación de su nuevo libro, crítico con el partido y amadrinado en su aterrizaje en Madrid por Cayetana Álvarez de Toledo, Esperanza Aguirre, Vidal Quadras, Lucía Etxebarría o la abogada de la pareja de Ayuso y Juan Carlos de Borbón

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“Autonomía política” de Alberto Núñez Feijóo. Es lo que ha exigido el líder del PP catalán, Alejandro Fernández, en la presentación en Madrid de su nuevo libro, ‘A calzón quitao’, cuyo subtítulo más preciso para saber de qué trata: “España, Cataluña y el PP”. El aterrizaje de Fernández en la capital ha estado amadrinado por Cayetana Álvarez de Toledo. Ha sido casi el único rostro reconocible del PP en activo. El plantón ha sido generalizado y ni siquiera el PP de Ayuso ha osado mandar más que a representantes de tercer o cuarto nivel.

El autor y la telonera han dedicado buena parte de sus intervenciones a justificar el libro, su portada e incluso a desmentir que en él haya críticas al PP. “No es contra el PP, sino para el PP”, ha dicho Álvarez de Toledo en la presentación. “No está escrito contra Alberto Núñez Feijóo, sino para Feijóo, para que sea presidente del Gobierno, el mejor presidente del Gobierno, cuanto antes y por el bien de todos”. “Está escrito desde la buena fe absoluta”, ha zanjado la portavoz adjunta del PP en el Congreso.

El propio autor ha salido al paso de las críticas, más o menos veladas, que ha suscitado la publicación del libro. “Mi compromiso con mi partido y con mi presidente es absolutamente indiscutible”, ha dicho. Y ha lanzado el mensaje que quería dar: “Yo no pido autonomía para desmarcarme del PP. Pido autonomía para poder ser el PP, naturalmente, sin giros estratégicos”.

Alejandro Fernández está de prestado al frente del PP. El hoy presidente del partido en Catalunya logró un pésimo resultado en febrero de 2021, apenas tres diputados en el Parlament, pero permaneció en el poder orgánico por su afinidad con el entonces líder nacional, Pablo Casado, más preocupado por permanecer él mismo en su puesto. Un año después, Feijóo asumió el liderazgo del partido y puso proa al PP catalán. Pero, como otros de sus intentos de remover el partido, no pudo, no quiso o no supo hacerlo.

Más allá de Álvarez de Toledo la ausencia de rostros reconocibles ha sido notable. Estaba prevista la asistencia del portavoz del PP en la Asamblea de Madrid, Carlos Díaz-Pache, pero ha comparecido su adjunto, Rafa Núñez Huesca. De Génova, 13, solo una presencia, y más por amistad que por el contenido del libro en sí: la del secretario de Política Territorial, el diputado por Guadalajara Antonio Román. 

Entre el público asistente, ya fuera de la política activa, Esperanza Aguirre o Alejo Vidal-Quadras, quien ocupara el mismo asiento de líder político a finales del siglo pasado, cuando se hacía llamar Aleix. Luego fundó Vox. También han estado presentes la abogada de la pareja de Isabel Díaz Ayuso y de la reciente querella de Juan Carlos de Borbón contra Miguel Ángel Revilla, Guadalupe Sánchez, o la escritora Lucía Etxebarría.

España, “república confederal”

“Hay en marcha una operación para cambiar el modelo de Estado”, ha dicho Alejandro Fernández, quien ha vaticinado que España está casi condenada a ser una “república confederal plurinacional” mediante un proceso “sin respetar las reglas de juego, haciendo trampas y rompiendo el espíritu de la transición”.

“Zapatero y Pablo Iglesias ni se cortan en decirlo. Esta operación está en marcha”, ha espetado el autor, quien ha renegado de “hablar del IVA de las legumbres y lo que interesa a la gente” como mantra político. Hoy mismo, Feijóo había planteado la bajada de impuestos como receta contra la guerra arancelaria emprendida por Donald Trump. Fernández ha denunciado una “falsa disyuntiva entre ideas y gestión pública”.

Fernández ha defendido así que el PP se equivoca en sus mensajes y en qué ofrece a sus electores. “Por eso también escribo el libro”, ha dicho, porque “hay algunos fallos estructurales en nuestro proyecto político que si los corregimos seremos capaces de afrontar este enorme desafío que tenemos por delante”.

Según el autor, el supuesto miedo del PP a defender su ideología real le ha generado problemas al partido y a los líderes que sí han defendido esta supuesta pureza. “Debería ser motivo de reflexión profunda en la derecha española que Cayetana, Alejo, Esperanza hayan tenido muchos problemas de aceptación pública en el propio entorno del partido”, ha defendido. 

Alejandro Fernández ha señalado el punto temporal en el que España entró en decadencia: el 11 de marzo de 2004, día de los peores atentados terroristas en la historia del país. “Las grandes naciones entran en decadencia, por falta de estabilidad institucional, por falta de seguridad jurídica, por falta de un proyecto común compartido que sea capaz de sacar el país adelante. Ese es el camino que recorrió, por desgracia, durante 60 o 70 años Argentina. Y ese es un camino que nosotros llevamos recorriendo demasiado tiempo. Yo diría que desde el 11 de marzo de 2004”.

“Ojo a la próxima legislatura”

Antes que Alejandro Fernández ha hablado Cayetana Álvarez de Toledo. Y durante más tiempo que el propio autor. La diputada ha transitado por sus habituales digresiones contra el Gobierno y su presidente, Pedro Sánchez, al que ha comparado expresamente con Donald Trump.

La portavoz adjunta del PP ha denunciado que Zapatero está negociando ya “con Junts el reconocimiento de la identidad nacional de Catalunya”, es decir, “el reconocimiento de Cataluña como nación, el borrado del artículo 2 de la Constitución, la mutación de España hacia un Estado plurinacional como meta volante hacia la segregación”.

Álvarez de Toledo ha señalado además que este proyecto se producirá “en la próxima legislatura”, dando a entender que Sánchez seguirá al frente. “Ojo a la próxima legislatura”, ha dicho, para concluir: “Quieren plebiscitar las próximas elecciones generales para que no elijamos gobierno, sino régimen. Convertir esas elecciones en el referéndum que no

pueden hacer constitucionalmente. Convertir esas elecciones en esa elección entre monarquía constitucional del 78 que ellos presentarán como régimen caduco, tutelado por fachas sin toga y una luminosa República Confederal Plurinacional y pluscuamperfecta“.

“Es preferible el conflicto y tenemos que estar dispuestos a asumirlo”, ha zanjado la madrina del acto. Dicho queda.