Las empresas de EEUU en Europa surfean el tsunami arancelario: reconocen el daño pero piden a la UE que evite represalias

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, responde a las compañías estadounidenses que el club comunitario «negocia» y «no intensifica» el conflicto, y les invita a que inviertan en la UE

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Las empresas estadounidenses implantadas en Europa están surfeando como pueden el tsunami arancelario de Donald Trump. Están disgustadas por la guerra comercial iniciada por el inquilino de la Casa Blanca, por el daño que causa en “toda” la economía, pero, ante la tesitura de contravenir a su país de origen y enfrentarse a posibles represalias, han optado por la prudencia. “¿A qué empresario le gusta que le pongan un arancel o un impuesto? A ninguno, pero están callados”, comenta una fuente cercana a la Cámara de Comercio de Estados Unidos en España (AmChamSpain), la entidad que agrupa a las empresas norteamericanas que operan en España.

La razón es la llamada a filas de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en la UE (AmCham EU). La institución reunió hace una semana a toda la red de cámaras europeas en Bruselas, donde tiene su sede, y les pidió que mantengan un perfil bajo y que hagan todo lo posible por “desescalar” el conflicto. Lo están haciendo, pero mirando solo a una dirección, por lo menos públicamente. En vez de presionar a la Administración Trump para que se lo repiense y recule, como propuso hace unas semanas el presidente de AmChamSpain, Jaime Malet, la reunión de Bruselas terminó sugiriendo a la Comisión Europa que no responda con la misma moneda. Esas fueron las instrucciones.

La Cámara de EEUU europea, a su vez, depende de su casa madre, la US Chamber of Commerce (la Cámara de Comercio de Estados Unidos), que es la gran patronal estadounidense con más de 3 millones de empresas asociadas. Tiene su sede enfrente de la Casa Blanca.

A las empresas norteamericanas les preocupa que las nuevas contramedidas anunciadas por Europa (y, ahora mismo, en pausa) “tengan un efecto dominó perjudicial en todos los sectores de la economía”. Tras señalar que “comprendemos la importancia de los objetivos comerciales de Estados Unidos”, consideran “fundamental que la Unión Europea procure una respuesta mesurada y priorice la vía de la negociación”, antes que recurrir a medidas que puedan agravar la confrontación arancelaria, según Jaime Malet, presidente de AmChatSpain.

La sugerencia del lobby norteamericano no ha sentado muy bien a las instituciones comunitarias, que respondieron justamente este miércoles. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, invitó a las empresas estadounidenses a que inviertan en la UE, y aseguró que el club comunitario “negocia” y “no intensifica” el conflicto arancelario. “Inviertan aquí, benefíciense aquí”, les espetó Von der Leyen por redes sociales tras celebrar un encuentro con representantes de la AmCham EU.

Carta de España a Donald Trump

Jaime Malet, que preside la Cámara de Comercio de Estados Unidos en España desde hace 23 años y que fue el único directivo español que asistió a la toma de posesión de Trump, mandó el 18 de marzo una carta al presidente norteamericano pidiendo que reconsiderase la imposición de aranceles a productos españoles, al recordar que, a diferencia de muchos otros estados miembros de la UE, Estados Unidos mantiene un superávit comercial con España. E instó al resto de cámaras americanas en Europa a realizar gestiones similares.

Según el Transatlantic Economy Report, estudio patrocinado por AmChamSpain, la relación económica transatlántica entre la UE y EEUU supera los 8,7 billones de euros, con flujos de inversión y comercio que generan millones de empleos en ambos mercados. La inversión recíproca de Estados Unidos y Europa se sitúa como la mayor relación inversora del mundo, sosteniendo sectores estratégicos como la industria, la energía, los servicios y la tecnología.

La Cámara de Comercio de Estados Unidos en España (AmChamSpain) se fundó en 1917 y representa a más de 250 empresas con una facturación agregada de 248.000 millones de euros en España —alrededor del 20% del PIB— que generan más de un millón de empleos directos e indirectos. Sus asociados incluyen grandes multinacionales estadounidenses (27 de ellas pertenecientes al Fortune 100), empresas españolas (17 de ellas del Ibex 35) y pymes de ambos países. Asegura que es una organización apolítica y sin ánimo de lucro, cuya misión es fortalecer la colaboración público-privada, fomentando iniciativas que contribuyan al crecimiento económico, a la competitividad y a la internacionalización de la economía española.