El juez rechaza liberar al exjefe de la UDEF detenido con 20 millones escondidos en la pared de su casa

El inspector permanece en prisión provisional por presuntos delitos de tráfico de drogas, organización criminal, blanqueo y cohecho

El grupo del Tigre: los 20 millones que emparedó el jefe de la UDEF conducen al ‘número uno’ de los narcos españoles

El juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge ha decidido mantener en prisión al exjefe de la UDEF en Madrid Óscar S.G., detenido hace meses por narcotráfico con 20 millones de euros ocultos en la pared su casa, después de que decretase en los últimos días la libertad de siete investigados en la misma causa.

Óscar S.G., en prisión desde el pasado noviembre, está investigado por servirse, presuntamente, de su posición en la Policía para garantizar la “impunidad” de la red de narcotraficantes, desviándola del foco de las Fuerzas de Seguridad y asegurando la entrada de alijos de cocaína a cambio de dinero. 

A diferencia de los siete imputados puestos en libertad -entre los que figura su mujer, también policía, y su cuñada-, el magistrado sí ha visto motivos suficientes para que este inspector jefe siga en prisión provisional por presuntos delitos de tráfico de drogas, organización criminal, blanqueo y cohecho.

En primer lugar, el magistrado considera que su situación no es similar a la que motivó la excarcelación de uno de los presuntos cabecillas de la red de narcotráfico, Ignacio T; y en segundo lugar porque sigue habiendo indicios de calado en su contra, alguno “potentísimo”, como “las enormes sumas de dinero en efectivo” que se hallaron ocultas en su domicilio.

Los 20 millones ocultos, un “potentísimo” indicio 

En su auto, conocido este sábado, el magistrado alude a que “las enormes sumas de dinero en efectivo encontradas en los registros en sus viviendas y lugar de trabajo, ocultas en huecos disimulados en paredes y techos y en otros lugares, por unos importes nunca vistos por este instructor son un potentísimo indicio”. 

Eran más de 20 millones de euros, apunta el juez, y coinciden de forma milimétrica con la “ordenada contabilidad” que el exjefe policial llevaba en su teléfono móvil, donde anotaba “los kilos de cocaína que la organización conseguía introducir con éxito, gracias a su ayuda, y anotaba también minuciosamente las cantidades de dinero que le correspondían”. 

Pero el juez también destaca el “minucioso y experto modus operandi” con el que se aseguraba de impedir que las empresas y personas con las que colaboraba fuesen investigadas, o directamente abortaba la entrada de droga si no podía frenar la investigación. “Todo ello está perfectamente documentado en las actuaciones”, advierte.

Destaca asimismo que las conversaciones intervenidas acreditan que el exjefe policial daba instrucciones sobre qué hacer tras el descubrimiento de la droga en el puerto de Algeciras, en el que fue incautado el mayor alijo intervenido hasta la fecha en la historia del narcotráfico en España: 13 toneladas de cocaína desde Ecuador.

Para el magistrado, “también son claras las instrucciones que daba telefónicamente a su cuñada”, presunta testaferro y ejecutora de sus planes de blanqueo. 

Los acusados puestos en libertad

Al pedir su libertad, la defensa invocó la igualdad ante la ley respecto a otro de los principales investigados, Ignacio T., quien fue excarcelado a principios de mes por orden de la Sala de lo Penal.

La libertad de Ignacio T. se deriva de un auto de la Sala que no fue interpretado de forma correcta por el juez en el que le ordenaba darle acceso a elementos esenciales de la investigación, pero en el caso del exjefe policial “nada de esto ha sucedido”.

Explica que la defensa solicitó el acceso a los elementos esenciales de la investigación cuando ya se había levantado el secreto y afirma que antes de su declaración en sede policial ya se le dio una hoja de resumen de imputaciones. 

También ante el juzgado se le dio un resumen de su imputación, y la Fiscalía detalló en su comparecencia los indicios de delito que pesaban contra él, algo que nuevamente se explicaba en el auto que le envió a prisión, el pasado mes de noviembre. 

Recientemente, el 17 de marzo, la defensa solicitó “claramente y por primera vez” acceder a los elementos esenciales de la causa, “no la mera información”, y se le respondió el 2 de abril, después de que una parte importante del sumario fuese accesible.

Además, dado el “enorme volumen de la información desvelada”, se fijó un plazo para que la defensa pudiese analizar los materiales y se celebró su vista de medidas cautelares el viernes, en la que el abogado pudo “exhibir un conocimiento bastante profundo del procedimiento”.

Aun así, al haberse ampliado el levantamiento del secreto, se ha ofrecido que la defensa presente un escrito complementario, “en el que pueda exponer razones adicionales después del análisis de la pieza de investigación tecnológica”, concluye.