La Justicia absuelve al exguitarrista de Lendakaris Muertos tras una denuncia por agresión sexual

El juez expone que en el juicio se han visto dos declaraciones «absolutamente antagónicas de los hechos», una la de la mujer denunciante, que asegura que el acusado le «pellizcó un pezón», y la del denunciado, que sostiene que el pellizco «fue en el brazo»

Fermin Muguruza lidera una recogida de firmas para actos culturales en las prisiones vascas tras la polémica por su ‘Sarri, Sarri’

El Juzgado de lo Penal número 4 de Pamplona ha absuelto a Ivan Carmona, exguitarrista del grupo navarro de punk Lendakaris Muertos, tras ser acusado de una agresión sexual debido a que en la sentencia el juez expone que en el juicio se han visto dos declaraciones “absolutamente antagónicas de los hechos”, una la del acusado y otra la de la mujer denunciante. En el juicio, que tuvo lugar el pasado 3 de abril, la denunciante declaró que estando en un bar, el acusado, al que conocía desde hacía ocho años, llegó y le dio “unos toques” en la gorra que ella llevaba con el objetivo de “molestarla”. Momentos más tarde, ella fue a pedir una bebida a la barra y el acusado “le pellizcó el pezón”, lo que hizo que ella “se quedara llorando, bloqueada y sufriera un ataque de ansiedad”.

“Él me vino a decir que era una exagerada por quejarme de lo de la gorra. El propio camarero le había dicho que parara de hacerlo porque me molestaba. Y entonces me dice que entre sus amigos se saludaban pellizcándose los pezones. Y me toca. Me busca la zona. Me quedé helada, en shock, llorando, y para él era como un juego. Le dije al camarero si no había visto lo que había pasado, porque estaba justo enfrente, sirviéndome una caña. Y le dije que no podía ser que eso ocurriera en su bar, donde pensaba que iba a estar a salvo. Y me respondió que sí, pero que era rockero. Lo que quiero es estar segura en un espacio público. Me sentí mal, mi reacción fue que había que ponerle límites y que me dejara en paz. Parecía como que él podía tocarme porque quería, y lo hizo delante del camarero”, declaró la joven durante el juicio según recoge Noticias de Navarra.

Por su parte, el acusado reconoció que al llegar al establecimiento le dio a la mujer “unos toques en la gorra” y que ella se molestó. Más tarde, cuando ambos coincidieron en la barra, él “le pellizcó en el brazo, y ella cogió su cerveza y se fue, sin que ocurriera nada más”, hasta que dos días después, un amigo común le contó que ella lo había denunciado, según su relato. El hombre explicó en el juicio que había sufrido un “daño irreparable” pues los medios de comunicación se habían hecho eco del suceso.

Durante el juicio, declaró el camarero que aseguró ser testigo de los hechos y salió en defensa del acusado, sosteniendo su versión de que el pellizco fue en el brazo y no en el pecho como declaró la denunciante. La sentencia recoge que ha sido fundamental en el caso la “contundente prueba del testigo directo de los hechos, quien ha negado tanto el tocamiento en el pezón como el que la denunciante le dijera nada tras el mismo o se quedara en shock, y mucho menos llorando”.

No se ha tratado de un hecho aislado entre ambos, puesto que diez días antes del suceso denunciado, el acusado “tocó el culo” a la denunciante, según la versión de ésta, y ella respondió tocándole el miembro a él. “Él estaba en el bar, yo pasé y me tocó el culo y reaccioné llevando la mano al paquete. Fue un acto en defensa. Me sentí incómoda por hacerlo y por eso le mandé un mensaje al día siguiente”, sostuvo la joven durante el juicio, que achacó su acto a “legítima defensa”. “Este juzgador había escuchado a personas que han sufrido tocamientos no consentidos reaccionar asestando una torta, arrojando bebida al agresor, gritando o, lo más lógico, denunciando el hecho; pero nunca había escuchado que la reacción de la denunciante sea realizar un tocamiento en una zona todavía más sensible. Esa reacción es más propia de una persona que desea el contacto físico que no de una persona que lo rechaza. Y eso que el acusado ha negado haber tocado el culo ese día a la denunciante”, señaló el juez.

En un primer momento, la Fiscalía solicitó 15 meses de prisión, pero la rebajó a una pena de multa de 18 meses a 8 euros diarios, en total una multa de 4.320 euros. La denunciante, que ha ejercido la acusación particular y reclamaba la misma pena que la Fiscalía, renunció a cualquier tipo de indemnización que pudiera corresponderle porque, debido a que “lo único que quería era decir basta y poner límites” al comportamiento del músico. Finalmente, el juez del Juzgado de lo Penal número 4 de Pamplona ha acordado una sentencia absolutoria. Contra esta resolución cabe interponer recurso de apelación ante el propio juzgado, cuyo conocimiento corresponderá a la Audiencia de Navarra.

Tras conocer la denuncia el grupo navarro de punk Lendakaris Muertos apartó a Carmona, por estar inmerso en un “proceso judicial que lo acusa de agresión sexual”. “Iván, guitarrista de Lendakaris Muertos no formará parte de nuestro grupo a partir de hoy. Esta misma mañana hemos sido conocedores de un proceso judicial que lo acusa de agresión sexual leve. Por este motivo, desde la banda y de forma unánime, hemos decidido prescindir de él hasta que finalice el proceso y se esclarezcan los hechos. Reafirmamos que no aceptamos ningún tipo de comportamiento abusivo por parte de las personas componentes de la banda ni del equipo”, informó el grupo en aquel momento.

A pesar de que el grupo se creó en el año 2004, Carmona no se integró en él hasta el 2022 después de que Joxemi, guitarrista de Ska-P dejara la banda para centrarse en la gira de su grupo. Joxemi llegó a la banda en 2016 para sustituir tras su retirada a Asier, uno de los creadores de Lendakaris Muertos. Así, entró en el grupo el joven guitarrista Iván Carmona, ex guitarrista de The Guilty Brigade. Más tarde, en 2023, Asier volvió al grupo y la banda pasó a tener dos guitarristas convirtiéndose en un quinteto.