El dueño del inmueble ganó un procedimiento judicial y evitó el desahucio, pero no ha conseguido que se retiren los anuncios que venden el piso con él como presunto okupa. “Cada semana me pican la puerta”, lamenta el hombre, quien asegura que, incluso, los potenciales compradores le han llegado a increpar
Los ciudadanos de Balears salen a las calles para acabar con el negocio de la vivienda: “Esto no es más que el principio”
“Os damos la bienvenida a este cómodo piso ubicado en Sant Josep de Sa Talaia, Baleares”. Así empieza uno de los tantos anuncios de vivienda en Eivissa, seguido de una minuciosa descripción: “Oportunidad de inversión, inmueble procedente de ejecución hipotecaria sin posesión”. Antonio, el propietario, vive una pesadilla desde hace años, aunque ha ganado una batalla judicial en la que consiguió parar un proceso de ejecución hipotecaria que el banco Santander había iniciado contra él. David contra Goliat. Pero lejos de disfrutar del triunfo, aún sufre las consecuencias del procedimiento. Su piso está desde hace meses en venta, no solo en uno, sino en varios portales inmobiliarios.