Las declaraciones de imputados y testigos ante la jueza de Catarroja que investiga las muertes de la DANA están pintando el cuadro de quién gobernaba en la Comunitat y cómo gobernaba en la peor emergencia de la historia reciente. Para que todo saliera mal no hizo falta solamente que el president de la Generalitat estuviera de comilona, y que no apareciera por el centro de mando hasta que 228 personas hubieran fallecido. Se necesitaron muchos indignos gestores de lo público, muchas decisiones ineptas que salen ahora a la luz en forma de rencillas y sálvese quien pueda. Algunas de esas personas siguen hoy en sus puestos. El “gobierno de los mejores” que vendió Mazón cuando se convirtió en president en mayo de 2023 ha resultado ser una sombra tétrica y porosa de lo que debe ser un grupo de líderes.