El Gobierno limita los alimentos insanos de los menús escolares y saca los refrescos y la bollería de los colegios

El Consejo de Ministros aprueba un real decreto impulsado por el Ministerio de Consumo que convierte en obligación lo que hasta ahora eran recomendaciones nutricionales para los 17.000 comedores en España: fruta y verdura a diario, y al menos una ración de pescado y otra de legumbres a la semana

Uno de cada tres comedores escolares abusa de los platos precocinados y la mayoría usa un aceite inadecuado

No serán ya solo recomendaciones, sino que los más de 17.000 comedores escolares que hay en España –desde infantil a bachillerato– estarán obligados a servir menús saludables y sostenibles cumpliendo una serie de mínimos que marca a partir de ahora el Gobierno: fruta y verdura a diario, cereales intergrales y al menos una ración de pescado y otra de legumbres por semana. Los platos precocinados quedan limitados a una sola vez al mes y las frituras solo se permiten, como máximo, un día a la semana.

El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el real decreto que recoge las nuevas normas y que afectará a más de dos millones de niños, niñas y adolescentes usuarios de este servicio tanto en centros públicos como en privados. Además, el texto –que emana del Ministerio de Derechos Sociales y Consumo pero ha involucrado a otros cuatro departamentos (Educación, Sanidad, Agricultura y Juventud e Infancia)– prohíbe por primera vez la venta de bebidas insanas, tanto azucaradas como energéticas, y bollería en en el interior de los colegios e institutos. No podrán adquirirse ni en las cafeterías ni en las máquinas de vending.

El Gobierno busca reducir desigualdades, al garantizar que todos los niños y niñas acceden a una alimentación de calidad en el colegio o el instituto “independientemente de su renta o del barrio en el que vivan”, pero también ayudarles a que adquieran hábitos saludables, ha explicado el ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. “Está demostrado que no solo tiene impacto en el desarrollo de salud, sino en sus resultados educativos o en el nivel de ingresos a lo largo de su vida”, ha abundado.

Casi la mitad de los alumnos y alumnas de entre seis y nueve años procedentes de familias con bajos ingresos (menos de 18.000 euros al año) tienen exceso de peso porque no pueden consumir alimentos frescos con frecuencia ni hacen desayunos completos, según la última edición del estudio Aladino del Ministerio. El Gobierno también ha dado luz verde este martes a la transferencia de 200 millones de euros a las comunidades autónomas para, entre otras cosas, atender a familias con riesgo de pobreza.

Muchos comedores escolares no están cumpliendo actualmente con las recomendaciones. Por ejemplo, un tercio ofrece en sus menús más frituras y menos verduras de las recomendadadas, según un informe reciente de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan). Los mínimos establecidos buscan avanzar en el Plan Estratégico Nacional para la Reducción de la Obesidad Infantil que prevé “una regulación nacional de la oferta alimentaria para garantizar que sea saludable, de calidad nutricional y sostenible”.

Fruta y verdura, a diario y de temporada

Todos los centros escolares con comedor deben garantizar un consumo diario de fruta y verdura fresca. Además, al menos el 45% de esas frutas y hortalizas serán de temporada “para fomentar modelos de comedores más saludables y más sostenibles, y, al mismo tiempo, para reforzar la producción local”.

Pescado, entre una y tres raciones

La norma establece entre una y tres raciones de pescado a la semana. El Ministerio estima que esta nueva directriz marcará un cambio importante en al menos 1.200 comedores que nunca sirven pescado.

Legumbres y cereales integrales, al menos una vez

El real decreto introduce una ración obligatoria de legumbres a la semana, algo que ya era una recomendación y que incumplen un 14% de los comedores, según el departamento que dirige Bustinduy. La norma incentiva su incorporación en los menús como primer plato, segundo o guarnición. Por otra parte, se establece el consumo semanal de al menos un plato de arroz o pasta integral. El pan integral puede incluirse varias veces.

Pizzas o empanadillas, una sola vez al mes

El Gobierno limita también los platos precocinados, como pizzas, empanadillas o frituras precocinadas, a una única ración por mes tras constatar que un tercio de los comedores abusan de ellos incluyéndolos hasta cuatro veces.

Las frituras que se elaboren en el día podrán servirse una vez a la semana como máximo y tendrán que ser elaboradas, preferentemente, con aceite de oliva o aceite de girasol alto oleico. Este último detalle no es baladí porque en la mayoría de los menús (71%) no se utiliza un aceite adecuado para freir.

Bebidas azucaradas, fuera de la escuela

Las bebidas azucaradas también quedan fuera de los menús escolares con esta norma. No estará permitido servirlas en las comidas pero tampoco venderlas en las máquinas ni en las cafeterías de los colegios e institutos. Uno de cada diez nuevos casos de diabetes tipo 2 en el mundo puede atribuirse al consumo de estas bebidas, según un estudio recientamente publicado en la revista Nature Medicine, que también halló una correlación entre este tipo de refrescos y 1 de cada 30 nuevos casos de enfermedad cardiovascular.

El real decreto amplía esta prohibición también a las bebidas energéticas y a la bollería industrial. En el interior de los centros queda prohibida la venta de “productos que superen un contenido máximo de 5 gramos de azúcares o las 200 kilocalorías por porción envasada”. Casi el 70% de estas máquinas incumplen los criterios nutricionales; en las cafeterías es peor, un 74%.