El pepino es un alimento muy refrescante, con un alto valor nutricional y con propiedades que ofrecen interesantes beneficios para la salud
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Pocas frutas son tan refrescantes como los pepinos. Sí, frutas, según la clasificación botánica, porque contienen semillas y se cultivan a partir de las flores de la planta. Tanto si son los protagonistas de una ensalada como si los usamos como acompañantes de otros ingredientes, los cocinamos o los tomamos crudos —como parece que es mejor consumirlos—, los pepinos refrescan e hidratan.
Más allá de su sabor suave y su particular textura, estos nos ofrecen un sinfín de beneficios. Perteneciente a la familia de las cucurbitáceas, igual que sus parientes como la calabaza, el calabacín o la sandía, el valor nutricional de un pepino hace de él un perfecto aliado de toda alimentación saludable.
Qué se esconde detrás de los pepinos
Cuando hablamos de pepinos, si tuviéramos que destacar algo de él sería su bajo contenido calórico gracias a su reducido contenido de hidratos de carbono y su elevado contenido de agua. También destaca su aporte de potasio y vitamina C —se considera que el consumo de 125 gramos de pepino cubriría el 16% de las ingestas recomendadas.
El pepino también es rico en varios antioxidantes que reducen el estrés oxidativo, como taninos, polifenoles y flavonoides. Bajo en calorías, es interesante por su contenido en minerales como fósforo, potasio, sodio o magnesio, además de su aporte en fibra, también muy interesante.
Los seis motivos por los que incorporar los pepinos a nuestra alimentación
El pepino pertenece a la familia de las cucurbitáceas, igual que la calabaza, el calabacín o la sandía
Las propiedades del pepino son numerosas. Las recomendaciones de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) dicen que los pepinos, junto con otros alimentos como tomates, pimientos rojos, guisantes o judías verdes, entre otras verduras y frutas, deberían estar presentes cada día en nuestra alimentación. En concreto, deberíamos incorporar al menos 200 gramos de hortalizas y al menos 200 gramos de fruta al día.
Favorecen la hidratación
Gracias a su alto contenido de agua, un 96%, su consumo nos ayuda a conseguir una buena hidratación. Por tanto, un consumo regular de pepinos es una buena manera de hidratarnos, sobre todo ahora que las temperaturas empiezan a subir y lo harán aún más en los próximos meses. Una buena manera de hacerlo es sumergir unas rodajas de pepino en una jarra de agua con medio limón exprimido y algún cubito de hielo, que nos dará ese toque fresco que tanto apetece cuando aprieta el calor.
Ayudan a la digestión
Su contenido de agua, pero también de fibra contribuye al buen tránsito intestinal, por tanto, es igualmente interesante en casos de estreñimiento.
Tienen propiedades antioxidantes
Los pepinos contienen antioxidantes, unos pequeños pero potentes químicos que ayudan a proteger las células del daño causado por sustancias que se forman en el cuerpo, llamadas radicales libres, cuya acumulación puede provocar varios tipos de enfermedades crónicas. Una investigación sobre las propiedades antioxidantes de los pepinos descubrió que estos contienen flavonoides y taninos, dos grupos de compuestos especialmente eficaces para bloquear los radicales libres dañinos.
Ayudan a regular la presión arterial
Los pepinos son ricos en potasio y, por tanto, pueden ayudar a equilibrar los efectos del sodio en el organismo (además de su alto contenido en agua, que es fundamental para una regulación de la presión arterial). Por tanto, añadir pepinos a nuestra dieta también es una forma de favorecer la salud cardiovascular, según demuestra esta investigación.
Aptos para personas con diabetes
Los pepinos pueden formar parte de la alimentación de las personas con diabetes. Gracias a su riqueza en fibra soluble y minerales, pueden ser un complemento saludable para añadir a una ensalada.
Cuidan de la piel
Quizás una de las primeras cosas que nos viene a la cabeza cuando pensamos en los pepinos es la imagen de dos rodajas de este alimento usadas como remedio casero y natural para reducir las ojeras. Pues bien, gracias a su contenido en antioxidantes y vitamina C, que ayudan a reducir la inflamación, también son unos buenos aliados de una piel más fresca. Su alto contenido en agua también ayuda a mantener la piel hidratada, y las propiedades refrescantes pueden ayudar a calmar la irritación.
Cucurbitacinas, el motivo por el que los pepinos se repiten
Licuar los pepinos y mezclarlos con otros ingredientes es una buena manera de elaborar una bebida refrescante.
No todo son buenas noticias respecto a los pepinos. Y no lo son porque contienen unas sustancias bajo la piel y en el extremo del tallo, las cucurbitacinas, que le dan ese particular sabor amargo que hace que nos repita al cabo de unas horas. Lo mismo le ocurre a otras plantas como el melón o la calabaza.
Estas sustancias suelen actuar como defensa contra plagas y su concentración suele disminuir al madurar, por tanto, si escogemos un fruto maduro reducimos la posibilidad de que tenga un sabor amargo. Otra manera de eliminar parte de estos compuestos es cortar los extremos, cocinarlos o sumergirlos en vinagre.
Maneras de incorporar el pepino a nuestra alimentación
Ya conocemos las razones por las que los pepinos deberían formar parte de nuestra alimentación. ¿Cómo podemos hacer que formen parte de nuestra rutina culinaria diaria?
Añadir a ensaladas: es una de las mejores maneras de añadir pepino a nuestra alimentación. Podemos usar las rodajas de pepino y sazonarlas con un poco de jugo de limón.
Hacer un batido: licuar los pepinos y mezclarlos con otros ingredientes es una buena manera de elaborar una bebida refrescante con todos los beneficios del pepino.
Elaborar láminas de pepino: si somos un poco más habilidosos en la cocina, podemos usar un cortador de verdura y hacer láminas muy finas para envolver alrededor de otras verduras o cualquier otro relleno que prefiramos.
Añadir al sushi: podemos probar a combinar el típico aguacate con pepino.
Hacer pepino encurtido: podemos intentar prepararlo en casa, con sal, agua, vinagre y pepinos frescos.
Preparar como entrante o aperitivo: también combinar pelar y cortar en pequeños palitos para elaborar un planto entrante, con palitos de zanahoria y combinado con otros vegetales.
Ya sea disfrutándola en ensaladas, batidos o como refrigerio, esta fruta nos ofrece una muy buena manera, fácil y efectiva, de mejorar nuestra alimentación.