Auriculares de botón o de diadema: ¿cuáles son mejores para tus oídos?

Los auriculares no solo tienen que sonar bien, también deben proteger nuestros oídos de las pérdidas de audición, y tanto los de botón como los de diadema tienen ventajas e inconvenientes

Gente que siempre está escuchando algo: ¿es sano acumular más de 30.000 minutos en Spotify?

El rumor constante de la ciudad, el estruendo del metro, las conversaciones cruzadas en una cafetería, el bebé que llora en el tren. Parece que el mundo es cada vez más ruidoso, y en medio del ajetreo, los auriculares se han convertido en un refugio personal para mucha gente donde la música, los podcasts o el simple silencio les permiten aislarse del exterior. 

Pero no todos los auriculares protegen igual a nuestros oídos. La primera elección que debemos hacer es entre los pequeños auriculares de botón que se introducen en el oído o los aparatosos, pero cómodos auriculares de diadema. Ambos tienen ventajas e inconvenientes, protegen nuestros oídos, pero también pueden dañarlos si hacemos un mal uso.

El peligro de poner el volumen demasiado alto  

En un concierto de rock el nivel de sonido es tan elevado que si nos acercamos a los altavoces los bajos nos hacen retumbar el pecho. La potencia es necesaria para que lo puedan oír incluso los espectadores en la parte más alejada. Pero piensa que algunos auriculares pueden alcanzar ese mismo nivel de decibelios, solo que directamente en tu tímpano. 

Cuando el volumen supera un cierto nivel de forma prolongada, las delicadas células ciliadas del oído interno, que recogen las vibraciones, empiezan a sufrir. Estas células, una vez dañadas, no se regeneran. El resultado puede ser una pérdida auditiva gradual, zumbidos constantes (tinnitus) o incluso hipersensibilidad al sonido.  

El volumen de sonido se mide en decibelios. Puedes escuchar sonidos a 70 dBA o menos durante todo el tiempo que quieras, pero los sonidos a 85 dBA pueden provocar pérdida de audición si los escuchas durante más de 8 horas seguidas. Por encima de ese nivel pueden dañar la audición aún más rápidamente. 

El tiempo de escucha seguro se reduce a la mitad por cada aumento de 3 dB en los niveles de ruido por encima de 85 dBA. Por ejemplo, puede escuchar sonidos a 85 dBA durante un máximo de ocho horas. Si el sonido sube a 88 dBA, es seguro escuchar esos mismos sonidos durante cuatro horas. Y si el sonido sube a 91 dBA, el tiempo de escucha segura se reduce a dos horas.

La Organización Mundial de la Salud y la Unión Internacional de Telecomunicaciones recomiendan que los fabricantes informen en dispositivos como teléfonos inteligentes de los niveles de escucha segura y pongan limitadores de volumen. Para los adultos, se recomienda un total de 40 horas de exposición semanal a niveles de volumen no superiores a 80 dB. Por eso tu teléfono móvil te advierte del sonido externo y también del uso de auriculares a volumen excesivo. 

¿Cuál es el papel de los auriculares en este problema? Pues que el problema se agrava en ambientes ruidosos. Si estás en el metro y llega el tren, esto te obliga a subir el volumen para escuchar tu canción o tu podcast favoritos. Esto quiere decir que sometes a tus oídos a una presión doble: el ruido del metro y el volumen excesivo en los auriculares. Muchas personas no se dan cuenta del daño hasta que ya es tarde, especialmente adolescentes, que pueden sufrir una pérdida de audición temprana.

Los auriculares de botón, especialmente los modelos equipados con almohadillas de silicona que se alojan en el canal auditivo, tienen un lado oscuro. Al estar en contacto directo con la piel del oído, pueden causar irritación o incluso infecciones si no se limpian regularmente, especialmente en las personas que las sufren habitualmente, así como empujar el cerumen hacia dentro, produciendo taponamientos.

Pero hay algo más: se sabe a partir de la investigación de los tapones para los oídos que al bloquear el canal auditivo se puede producir la aparición de acúfenos (tinnitus) de forma temporal, esos molestos pitidos que no provienen de ningún sonido externo, y algunas personas más sensibles pueden experimentar mareos.  

La importancia de aislarse del ruido exterior  

La solución no está solo en bajar el volumen, sino en evitar tener que subirlo. Aquí es donde entra en juego el aislamiento acústico. Los auriculares que bloquean bien el ruido exterior permiten disfrutar de la música a niveles más seguros, sin tener que competir con el bullicio del entorno.  

Los auriculares de diadema, especialmente los modelos que envuelven toda la oreja, suelen ofrecer un mejor sellado pasivo. Sus almohadillas, gruesas y acolchadas, actúan como barreras naturales contra el ruido. En cambio, los auriculares de botón, aunque algunos vienen con puntas de silicona que mejoran el ajuste, no logran el mismo nivel de aislamiento.  

Además, está la tecnología de cancelación activa de ruido (ANC), que utiliza micrófonos externos y algoritmos para generar ondas sonoras que neutralizan los sonidos externos. Esta función, más común en auriculares de diadema de gama alta, puede ser un salvavidas en ambientes especialmente ruidosos, como un vuelo largo o una oficina abierta.  

 ¿Botón o diadema?

Los auriculares de botón son discretos, ligeros y caben en cualquier bolsillo. Ideales para quien prioriza la portabilidad. Pero su pequeño tamaño tiene un coste: al aislar menos el ruido externo, muchas veces terminamos subiendo el volumen más de lo debido. Además, su contacto directo con el canal auditivo puede resultar incómodo después de un rato.

Los auriculares de diadema, por su parte, son más grandes y menos prácticos para llevar a todas partes. Pero su diseño suele ser más cómodo para sesiones largas, y su capacidad de aislamiento (sobre todo en modelos con ANC) reduce la necesidad de aumentar el volumen en exceso. Eso sí, no todos los modelos son iguales: algunos pueden resultar pesados o generar calor alrededor de las orejas después de horas de uso.  

Si necesitamos algo ligero y portátil, por ejemplo, para practicar deporte, una posible solución son los auriculares de botón que incorporan reducción activa de ruido, y que de este modo consiguen aumentar la protección contra el ruido externo, En otro caso, si pasas horas escuchando música o trabajando en entornos ruidosos, unos buenos auriculares de diadema con cancelación de ruido podrían ser la mejor inversión para tu salud auditiva.