El magistrado rechaza la demanda de ‘Dalas Review’ contra ‘Wismichu’ por un vídeo en el que exponía el machismo que ejercía contra sus parejas: «Se enmarca en la tónica general de conflicto entre youtubers», explica la sentencia
La guerra entre ‘youtubers’ por la que hoy Internet es un poco menos machista
Un juzgado de Barcelona ha rechazado la demanda con la que el youtuber ‘Dalas Review’ pedía una indemnización de casi 150.000 euros a otro influencer, ‘Wismichu’, por criticarle y denunciar sus actitudes machistas en un vídeo de casi media hora. El magistrado repasa el conflicto que ambos streamers desarrollan desde hace años y concluye que ese vídeo de ‘Wismichu’ no fue un acto denigratorio sino algo que “responde al juego de acción/reacción de la que participan y se benefician ambas partes”.
La pelea entre los youtubers españoles ‘Dalas Review’ y ‘Wismichu’, con 20 millones de seguidores entre los canales de los dos, sirvió para evidenciar el machismo que algunos influencers despliegan en sus vídeos ante audiencias masivas. Un vídeo en el que ‘Wismichu’, defendido en este pleito por el abogado David Bravo, denunciaba entre otras cosas las actitudes machistas que Santomé había tenido con su expareja.
Daniel Santomé, conocido como ‘Dalas Review’, llevó primero a su rival sin éxito ante los juzgados por la vía penal. El resultado fue una sentencia que rechazó que Ismael Prego ‘Wismichu’ hubiera delinquido al cargar contra el otro youtuber durante 29 minutos. El siguiente movimiento de ‘Dalas’ fue llevar el asunto ante un juzgado de lo mercantil, esgrimiendo argumentos tradicionalmente analizados en pleitos entre empresas: si había sido denigrado, si ‘Wismichu’ había usado su fama para potenciar su canal o incluso si había intentado que, cuando alguien buscara su nombre en YouTube, lo primero que apareciera fuera el vídeo con media hora de críticas.
En su demanda llegaba a poner en boca de su rival expresiones como que “maltrata a sus parejas”, es un “experto manipulador”, también un “maltratador de animales” o un “abusador sexual de menores”, algo que la sentencia rechaza por no figurar en el vídeo. “En ningún momento se manifiesta”, reprocha la Justicia a ‘Dalas’.
El magistrado barcelonés Ignasi Fernández explica que se trata de un cruce de vídeos críticos entre youtubers con el tono habitual en este tipo de disputas en las que las críticas de uno alimentan la exposición del otro. ‘Dalas’, afirma la sentencia, “es conocido por su estilo provocador, a menudo polarizador, que lo ha llevado a tener una relación tensa con muchos otros creadores de contenido” y “ha hecho de la crítica a otros creadores de contenido y personajes públicos una parte central de su estrategia de marca, clave para su crecimiento, ya que ha logrado mantener un flujo constante de atención y controversia a su alrededor”.
Entre estos dos youtubers, explica, “hay una mala relación”, pero el vídeo en el que ‘Wismichu’ denunciaba las actitudes machistas de ‘Dalas’ no supuso ni competencia desleal entre ambos, igual que no supuso un delito. “No constas que haya percibido cantidad alguna por el vídeo, tampoco constan acreditados perjuicios”, explica la sentencia que rechaza la demanda de ‘Dalas’ y condena al youtuber en costas.
El “beef” o “drama” entre youtubers
Las palabras de ‘Wismichu’, afirma el magistrado barcelonés, no supusieron una denigración para ‘Dalas’. “En el contexto del ecosistema digital actual, y particularmente en plataformas como YouTube, es común observar disputas públicas entre creadores de contenido, fenómeno que, dentro de la jerga digital, se conoce como ”beef“, ”drama“ o ”video respuesta“, explica.
“Lejos de constituir un acto denigratorio desde la perspectiva del derecho de la competencia, se enmarca en la tónica general de conflicto entre youtubers que constituye el contenido habitualmente creado por el demandante”, añade.
No existe, según el magistrado, ninguna posibilidad de que alguien pensara que era un vídeo del propio ‘Dalas’ al estar titulado “Así es Dalas Review”. “El consumidor medio y más en este segmento de mercado es perfectamente consciente y conocedor que dicho contenido no ha sido elaborado por el demandante”, zanja en una sentencia todavía recurrible que, además, condena en costas al youtuber.