La formación de Antonio Maíllo aprobará este domingo un documento en el que reivindica su autonomía y avisa de que si la unidad no es posible garantizarán su presencia en el próximo ciclo electoral
IU propone una alianza de partidos que incluya a Podemos: “Todos dentro, sin vetos cruzados”
Izquierda Unida está a punto de aprobar una propuesta que lanzará al resto de partidos de la izquierda para construir una nueva alianza electoral de cara a las próximas elecciones generales, previstas para 2027 si no se produce un adelanto. La formación de Antonio Maíllo quiere liderar la construcción de un nuevo frente en el que estén presentes Podemos, Movimiento Sumar y el resto de formaciones confederales del espacio.
“Es posible el acuerdo si las partes quieren, sobre la base del programa, el reconocimiento mutuo y el método democrático”, establece el borrador del documento que debatirá este sábado la Coordinadora Federal de la formación, el máximo órgano entre asambleas, junto con las más de 200 enmiendas que ha planteado al texto base la militancia y los diferentes órganos territoriales.
La formación se ha propuesto liderar la construcción de ese nuevo frente electoral prácticamente desde cero, caducada la experiencia de Sumar como frente amplio y ya muy lejana la experiencia de Unidas Podemos. De hecho, el documento pide aprender de los errores de esas dos experiencias en las que, denuncia, IU no se ha visto convenientemente representada.
“Izquierda Unida ha puesto toda su fortaleza al servicio de las iniciativas políticas que en los últimos años se han producido, primero con Podemos, después con Sumar”, dice el borrador del texto que verá la Coordinadora Federal y al que ha tenido acceso este diario. “Izquierda Unida no ha visto que su trabajo haya tenido ni reconocimiento ni encaje democrático en esas coaliciones. Defendemos que las ideas que representamos son la garantía para una alternativa real al rearme de la derecha reaccionaria y belicista”, sostiene el texto.
De esos años, dice la formación de Antonio Maíllo, han aprendido que “sin un programa político emancipador, sin reconocimiento mutuo entre organizaciones, métodos democráticos de decisión, espacios compartidos de dirección política, visibilidad compartida, descentralización territorial y política, o sin unidad de acción, no existe capacidad transformadora, ni incorporación de la gente a los espacios organizados, ni capacidad de prender la chispa de la movilización”. Tampoco valen, adelantan, “acuerdos electorales cinco minutos antes de que finalice el plazo” como los que se alcanzaron para las últimas elecciones andaluzas o para las generales de 2023.
En su propuesta, IU reconoce que el electorado y también las militancias “han dejado de reconocerse en los espacios de coalición electoral” como Sumar o Unidas Podemos con anterioridad. “De ahí que sea tan necesario un revulsivo social y político que permita una propuesta unitaria, tanto electoral como política, social y cultural, del conjunto de la izquierda transformadora”, dice el texto, que reclama una unidad que vaya “más allá de lo electoral”.
Esta iniciativa de Izquierda Unida llega en un momento complejísimo para lograr esa unidad de la izquierda. Movimiento Sumar, la formación de Yolanda Díaz, cerró hace un mes su asamblea con un mensaje para construir de nuevo un frente como el del 23J. La respuesta de Podemos, una semana después, fue lanzar a Irene Montero como candidata para los próximos comicios entre ataques a las formaciones de Díaz y Mónica García y apelaciones al “gobierno de la guerra”.
Un clima que a pesar de la lejanía de las próximas elecciones generales no invita a pensar en la construcción de una plataforma electoral. En medio de ese escenario hostil IU se ha propuesto “tomar la iniciativa” en la construcción de ese “frente amplio de unidad de la izquierda”.
“Lo planteamos con respeto y atención a otras propuestas, pero sin ningún tipo de ‘atentismo’ ni de subordinación a otras organizaciones, con autonomía plena. Estamos convencidos de que un acuerdo que supere los errores del pasado es posible si existe coincidencia en sus objetivos fundamentales, es decir, sobre un programa mínimo, el respeto a la personalidad política de todos los participantes y el funcionamiento democrático y participativo”, dice el documento.
IU plantea una propuesta de acuerdo “con todas las organizaciones de ámbito federal, como Movimiento Sumar, Podemos o Verdes Equo y también con otras de ámbito confederal como Compromís, Más Madrid, Comuns, Més per Mallorca ”y aquellas otras que no forman parte de la coalición de gobierno Sumar, pero con las que podemos construir alianzas en las federaciones o a nivel federal“.
No obstante, la formación es consciente de las dificultades y asegura en esta propuesta base que pondrán en marcha todos los mecanismos para asegurar que si las alianzas fracasan estarán presentes en las próximas elecciones.
“Es posible el acuerdo si las partes quieren, sobre la base del programa, el reconocimiento mutuo y el método democrático. Pero, si el resto de organizaciones no quieren construir alianzas, o no en unos términos que nos permitan avanzar en nuestros objetivos políticos, Izquierda Unida garantizará, en cualquier caso, su presencia en el próximo ciclo electoral. Por eso, no vamos a dejar de trabajar en el fortalecimiento y visibilidad de la organización en términos de autonomía”, dice.
También establece criterios para que IU llegue en “posición de fortaleza” a la construcción de esas nuevas alianzas. “Esto implica marcar una hoja de ruta estratégica y no táctica, que señale cuáles son nuestros postulados irrenunciables y objetivos concretos, y que permita la toma de decisiones con el suficiente margen, evitando llevar las negociaciones hasta el agotamiento del plazo de presentación legal de coaliciones”, defiende.
La formación establece por ejemplo algunos de sus límites para las alianzas. “Para ser de izquierdas la propuesta política debe permanecer enraizada en el pensamiento emancipador de matriz marxista que pretende superar el capitalismo. En ese sentido, las alianzas tienen sus límites marcados por la capacidad transformadora. Uno evidente es el de organizaciones autodenominadas de izquierda, pero sostenedoras de la OTAN y complacientes con la escalada bélica en la guerra de Ucrania”, expone el documento.
“Insistir en la necesidad de que la política de convergencia de Izquierda Unida se forje en torno a la propuesta política es un aspecto central en la actual coyuntura. En los últimos años vemos con preocupación cómo la sociedad en su conjunto ha virado hacia la derecha, también el espectro de la izquierda. Solo vamos a poder garantizar avances sociales de calado para la clase trabajadora si aseguramos que una izquierda nítidamente transformadora y anticapitalista está representada. Desde la ocupación de ese espacio tejeremos todas las alianzas que sean posibles, pero en ningún caso renunciaremos a él por tentaciones de sumas electoralistas que nos supongan en la práctica el abandono de nuestra posición política histórica”, defiende IU.